Abrazos sin sentido:
¿Conocen qué es el amor paternal? La mayoría que respondiese esa pregunta lo llevaría a un simple y básico concepto "el amor que recibimos de nuestros padres". Aún sigo averiguando cómo algo tan importante, como es el amor infinito que recibimos de nuestros padres, puede ser encerrado en un recuadro "emotivo" o en una simple respuesta correcta.
El sencillo hecho de recibir amor, mimos, cuidado de las personas que nos dieron la vida o nos vieron crecer, son los principales pilares que nos van a formar en un futuro aunque eso no defina nuestro carácter. Por ende, debe ser lo único que sea inexplicable, lo único que no tenga un concepto básico, pero desde que aprendimos a poner etiquetas, hoy todo debe llevar una.
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Para muchas personas el apego familiar se considera una debilidad, pero recuerden que apego y dependencia no es lo mismo.
Sus manos, sus consejos, sus miradas de comprensión, deben ser nuestra razón de vivir. Buscar incesantemente un camino para hacerlos sentir orgullosos, para que saquen su mejor sonrisa y puedan gritar sin más "ese es mi hijo (a)". Un motor que no se apaga por más que pasen los años, unos adultos que pueden ser niños por solo escucharte reír, unos abrazos sin sentido que te reconfortan cuando nada más lo hace. Así son, nos dan felicidad sin pedir nada a cambio.
Aunque para la mayoría de nosotros, el objetivo sea devolverles un poquito de todo ese cariño que nos han dado con el paso de los años, hay quienes buscan otras opciones, la variante más sencilla del amor, la repulsión. No hablo de independencia, eso no es ni remotamente lo mismo. Podemos llevar ambas cosas a la vez, porque todos necesitamos una oportunidad de andar con nuestros propios pies, así que esa no es una excusa válida para quien obvia a sus padres o simplemente los maltrata.
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Pero cuando hablamos de padres, de familia, hay que tener en cuenta varias cosas. Ellos como nosotros son seres humanos, que en su momento también fueron hijos, pero que ahora como figuraras paternales nos crean un modelo casi perfecto sobre el cual caminar. Eso no quiere decir que te escojan el camino, y si así lo hacen muéstrales tu punto de vista, pero con el mismo amor que te enseñaron a caminar.
Se escucha hablar frecuentemente del maltrato a los adultos de la tercera edad, abuelos y abuelas que necesitan atención y apoyo. Los que muy por el contrario de eso, solo se dejan al descuido, haciendo sus opiniones y criterios nulos. Justificados con avance de la tecnología y cómo no, también con juventud. Sus canas no solo significan rabietas, sino que además son de experiencia, así que escúchales con cuidado, esas personas que omites te pueden volver el ser más sabio del mundo con simplemente una historia para dormir.
También existe el maltrato a los padres jóvenes, fuertes y que aún tienen cierto "dominio" sobre su descendencia, pero que no se libran de este. Los múltiples exponerte del maltrato no están censurados en los golpes o agresiones físicas, maltrato es mucho más. Son expresiones verbales, gesticulaciones, e inclusive formas de pensar.
Muchos de los padres que ahora mismo son maltratados por sus hijos ni siquiera están conscientes de eso, lo ven como algo típico de la edad, o lo justifican con "seguro tiene algún problema". Solo que no es así, ni la edad por muy transitoria que sea, ni los problemas sin solución, pueden volverse una excusa para causar tal agravio a personas que solo buscan una manera de ayudarte, aunque no siempre encuentren la correcta.
Recuerden que el tiempo pasa, los que hoy somos hijos, seremos padres y para aquellos que ya son padres, recuerden que sus hijos crecen. Y que esas justificaciones vanas que le ponían a su actitud, los convertirá mañana en uno de los capítulos de algún libro, que por su contenido será uno de los más polémicos en la sociedad, titulado: "Abuso en la tercera edad"
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Mentira✓
RandomEsta no es una historia normal, o quizá es la más realista que hayan visto. Hablar de cosas aleatorias se convirtió en mi adicción, y aquí les muestro un pedacito de ello. Es, creo, el modelo más simple de las ideas que rondan por mi cabeza, y qu...