CAPITULO 17: "TIRAR A MATAR"

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Al día siguiente, (TN) estaba caminando de un lado a otro, pensando en si tenía que decirle a Atena lo que sospechaba de Elizabeth, o tal vez, sería cosa de decirle a Aioros, pero ni una opción no otra le agradaban, y tal vez era porque era muy precipitado decirlo, tal vez tenía que aguardar un poco más para poder dejarla en evidencia delante de todos, delante de Atena.

Mü: Deja de dar vueltas por la casa, te vas a marear…mejor ven y come conmigo—Mü hablaba con tranquilidad, y esa tranquilidad se la transmitía a (TN) quien soltó un suspiro y caminó hacia la pequeña mesita donde el desayuno ya estaba servido—.

(TN): Lo siento, sé que esto a ti te preocupa también, estamos hablando por el mal de Atena.

Mü: Lo sé, pero no hay necesidad que nos precipitemos todavía, además, si lo hacemos, Elizabeth se podría dar cuenta y entonces trataría de hacer algo en contra de Atena.

(TN): ¿Entonces nos quedamos de brazos cruzados? —preguntó con indignación la chica que comía con lentitud viendo hacia el peli lila—

Mü: No, no es para quedarnos de brazos cruzados, sólo debemos estar alerta. Confía en mí—pidió Mü tomando la mano derecha de (TN) y sonriendo con calidez. (TN) sabía que podía confiar en Mü incluso con los ojos cerrados.

(TN): Muy bien, de acuerdo, haré lo que me dices. Debo irme, tengo que ir a entrenar un poco con Marín. Volveré en unas horas. —La chica se levantó y besó tiernamente a Mü a modo de despedida—

Bajando los peldaños de la casa de Aries, el aire soplaba trayendo la brisa de la primavera, era un día tranquilo y un buen tiempo para entrenar. La locación en donde las chicas entrenaban no estaba tan lejos, y (TN) se preguntaba si Elizabeth estaría ahí o tal vez, se había sentido tan culpable y hasta cierto punto tan expuesta que quizá no iría a entrenar con sus compañeras.

Al llegar, (TN) vio a su maestra y amiga platicando junto con Aioria alegremente.

(TN): Hola, chicos, buenos días.

Marín y Aioria: Hola, (TN).

Aioria: ¿Cómo estás, (TN)?

(TN): Estoy muy bien, muchas gracias por preguntar.

Aioria: Y supongo que ese estado de ánimo es porque vives con Mü, ¿no es así?—preguntó Aioria con picardía—.

(TN): Bueno…. Sí, digo, Mü es un gran… es un gran hombre.

Aioria: Oh, vamos, todos tenemos edad suficiente para hablar de esto, ¿no es sí, Marín?—preguntó el caballero viendo a Marín con diversión. Marín volteó su rostro hacia (TN) y entonces, agradecieron una vez más que su rostro estuviera oculto—.

Aioria: Oh, me encanta bromear contigo, Marín. Nos vemos después, tengo que regresar. Lindo día, señoritas. —Aioria se despidió de las dos con una ligera reverencia y se marchó dejando a las dos guerreras solas—

Marín: Si no lo quisiera tanto ya le habría golpeado… ¿cómo estás, (TN)? Siento que algo te pasa, no me digas que es por Elizabeth.

(TN): Pues sí, es por ella. Es que en verdad no me da buena espina, ¿acaso sabes si se va a presentar?

Marín: La verdad no lo sé, no he hablado con ella, pero supongo que no se presentará porque sabe lo que hizo.

(TN): Probablemente no venga. —Pero al terminar de decir la última palabra, Elizabeth llegó caminando con un semblante tranquilo, y sólo dirigió su rostro hacia Marín y hacia (TN) a modo de saludarlas. Y si Elizabeth estaba ahí era porque quería arreglar las cosas con (TN), y a lo mejor hasta darle una pequeña advertencia, un aviso, una llamada de atención a lo que Elizabeth estaba sufriendo—.

Tu Eres mi Perfecta Constelación (Mu De Aries x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora