Jimin y Jungkook venían sin emitir palabras el uno junto al otro, ambos en silencio andando hasta el apartamento del último. Jimin había comprado una casa cerca de Jungkook y hasta ese entonces no se habían dado cuenta.
Cuando llegaron al apartamento del más alto, Jungkook dejó que el pelinegro entrara antes para seguirle, de todas formas se sabría de memoria cada metro sin importar cuantos años pasasen.
— Uhm... —empezó Jungkook— ¿Sabías que mañana es el cumpleaños de Jungmi?
— ¿Es enserio? —Jungkook asintió— Deberías haberme avisado para que le hubiera preparado algo.
— No te preocupes, no es como si tuvieras que regalarle algo.
— Quiero hacerlo. —sonrió— ¿Necesitas que te ayude a organizar la cena? Podemos hablar mientras lo hacemos.
Ante un asentimiento por parte de Jeon, tanto Jimin como él se acercaron a la cocina para comenzar a preparar la cena. Jimin le iba pasando los ingredientes y Jungkook los cortaba o los cocinaba.
— Bueno, cuéntame... ¿cómo te fue en Nueva York? —rompió el silencio. Jimin se apoyó en el mueble con su codo y le miró.
— No creas que es un sueño, allí es todo monótono y ni siquiera tiene un poquito de parecido a como lo pintan en las películas. —se encogió de hombros— Lo bueno es que me ha servido para aprender más inglés y Mingguk habla en dos idiomas prácticamente desde que nació.
— Eso es excelente, soy bastante malo en el inglés, pero sé defenderme. —rió— Debería apuntar a Jungmi a clases antes de que sea tarde.
— Es un niño aún, Jeon, no le amargues la existencia. —sonrió burlón— Discúlpame si el otro día fui algo... intenso.
— No tienes que disculparte por nada. —murmuró apagando los electrodomésticos y dejando la cena a un lado servida— A todos alguna vez nos ha pasado, te comprendo. Al fin y al cabo te quedaste dormido bastante rápido cuando comencé a contarte historias.
Jimin alzó la mirada y sonrió de lado.
— No estaba dormido.
Jungkook de inmediato dejó lo que estaba haciendo para mirar y ver algún rastro de mentira en los ojos de Jimin, pero sus ojos eran decorado por un tono brilloso y casi celestial.
— No juegues con eso. —advirtió Jeon.
— No estoy jugando. —Jimin suspiró y se acercó al pelinegro— ¿Puedo ir y llevar a Mingguk al cumpleaños de Jungmi mañana?
Jungkook no contestó, su mente viajaba por el universo en ese mismo instante pensando en las probabilidades.
— Jeon, te hice una pregunta. —se postró frente al chico— ¿Puedo ir al cumpleaños de mi hijo?
Y ahí el mundo de Jungkook cayó, su corazón se aceleró y sus manos comenzaron a temblar.
— J-jimin... —comenzó, no podía hablar.
— ¿Por qué no me lo dijiste, Jungkook? Sabías que ya no estaba comprometido con Rosé y aún así te callaste viéndome marchar en ese avión.
— No supe reaccionar. —habló— Lo sospechaba, pero cuando fue definitivo tú ya estabas rumbo a cumplir tus sueños. —una lágrima se deslizó por su mejilla— Lo siento, no quería que tú no cumplieras tus metas en la vida por mí, sabía cuando te brillaban tus ojos cada vez que escuchabas "Nueva York".
— Y si tú lo hubieras hablado conmigo yo me hubiera quedado a tu lado y hubiera mandado a la mierda a todos juntos a mis sueños. —le miró, acercando su mano hasta la cara de Jeon para quitar las lágrimas que cayeron con su pulgar— Porque lo que más deseaba en ese maldito instante era a tí, Jungkook, quedarme a tu lado, pero tú me odiabas y te entendía perfectamente.
— No te odiaba, nunca lo hice. —sollozó— No podría. No cuando aunque hubiese derramado muchas lágrimas por tu culpa me habías hecho el hombre más feliz del mundo, y cuando más tarde me diste el mejor regalo que me podrías haber dado. Me sentía amado contigo, Jimin, y eso me hacía muy feliz porque siempre tenía la pequeña esperanza de que dejarás a Rosé y me hicieras tuyo.
— Jungkook... —habló— ¿Por qué hicimos esto tan mal?
— Porque le tenemos miedo al amor. —confesó— Tú te fuiste, conociste a gente, incluso tuviste una hermosa hija. Y yo seguía aquí estancado, esperando que algún día volvieras por mí.
— Y volví. —suspiró, mirando los brillosos ojos de Jungkook, manchados con lágrimas— Cuando llegué a Nueva York, las primeras semanas fueron un infierno. Lo digo completamente enserio, y eso empeoró con el pasar de los días cuando comencé a encontrarme mal por la aparición repentina de mi pequeña. —parpadeó pesadamente— Dime, Jungkook, ¿crees que Mingguk se parece a alguien más?
— ¿Tú tuviste a Mingguk? —Park asintió— No sé realmente, ella se parece mucho a tí, pero sus ojos son hermosos.
— Lo son, es algo que heredó de él. —Jungkook frunció el ceño— Su mirada siempre me había producido miles de mariposa en el estómago cada vez que me miraba para pedirme algo, cuando lloraba o cuando sonreía y le brillaban.
Jungkook asintió, no quería seguir escuchando sobre el padre de esa niña. Le dolía y no sería capaz de aguantar mucho más. Jimin limpió sus lágrimas con sus pulgares y dejó un beso sobre su frente.
— ¿Puedes acompañarme? —preguntó. Jungkook no entendió a qué se refería, pero asintió siguiendo al pelinegro y tomando su mano.
Jimin tiró de él hasta el baño y se posó junto a Jungkook frente al espejo. Una mano acariciaba la pequeña cintura del más alto y la otra descendía desde sus cabellos hasta su mejilla. Se colocó a su lado y miró al reflejo.
— Dime, Jungkook. —murmuró— ¿No crees que los ojos de su padre son tan hermosos como los de su pequeña?
Jeon se volvió de inmediato hacia Jimin casi asustado, sus ojos abiertos de par en par y cerrando y abriendo su boca sin ser capaz de decir nada.
— Me estás diciendo que... —habló. Jimin sonrió y asintió con la cabeza.
— Tú también eres el papá de mi pequeña.
![](https://img.wattpad.com/cover/239387386-288-k888676.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Game Over ➶︎ Jikookmin AU
FanfictionDónde Jimin es un famoso bailarín que tiene de amante un sexy y atractivo tatuador a espaldas de su novia. ·Versátiles. ·La mayor parte son social media con fotos, aunque también hay narración. ·Mención de otros ships {Namjin, Vhope, Taegi}. ·Mpreg.