Volterra, Italia
Ocho años después.
2014.A pesar de lo que tuvo que pasar por culpa de cierto vampiro, Brasil le recordaba que había obtenido una de las mejores cosas del mundo y era por eso que habían pasado aquellos últimos años en aquel lugar. Sin embargo, Xanthe había querido comprobar algo desde hacía ya varios años y era por eso que estaban viajando hacia Italia durante la noche.
Durante los últimos ocho años, Aithne había crecido y se había convertido en una joven híbrida de hermoso aspecto. La tía Huilen había tenido que golpear varias veces a Nahuel para recordarle que aún era una niña y que no podía cortejarla.
Su pequeña era audaz, era fuerte y extremadamente inteligente. A pesar de su carácter feroz, era inmensamente cariñosa.
Keon solía decir que como la madre era la hija.
Las cosas junto a Keon no podían ir mejor. El castaño era alguien atento y cariñoso que siempre estaba poniendo a madre e hija por delante de cualquier cosa. Xanthe podía notar sin dudar que Keon las quería.
El vampiro había tenido ciertas dudas al saber que Aithne había confesado a su madre sin querer que lo llamaba papá, no iba a mentir, Keon temía que Xanthe pudiera enojarse. Sin embargo, cuando la pelinegra sonrió en grande y aceptó aquella palabra hacia él, el castaño no dudó ni un instante en ejercer de la mejor figura paterna.
Xanthe, por otro lado, a pesar de haber pasado tanto con Keon, dejó de lado lo que había vivido en aquella premonición y decidió abrirse poco a poco al contrario. El mayor sabía que Xanthe no estaba acostumbrada al afecto directo hacia ella, por lo que se tomó su tiempo en salir a pasear con ella y mostrarle algunos de sus paisajes favoritos.
Xanthe y Keon hicieron que su relación creciera poco a poco, moldeándola de tal manera que para ellos fuera perfecta.
Fue un acuerdo entre ambos vampiros el viajar a Volterra, pero la que más insistencia tenía era Xanthe.
De cierta forma, aquel presagio había conseguido que la forma en la que veía a los Volturi, según las historias que contaban, cambiara bastante. Y era por eso que quería conocerlos en persona. Xanthe ya sabía que tanto su hija como su pareja habían estado frente a aquellos vampiros una vez, pero ella quería conocerlos de primera mano. Y conocer a la tan famosa Jane Volturi.
Tardaron varios días en llegar a la tan aclamada Volterra, y dos días más en convencer a Xanthe de que dejara a Aithne acompañarlos.
— Si te mueres, la culpa es de Keon—gruñó la mayor con enfado.
— Ya no soy una niña, mamá. Sé defenderme.
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DESIRES; edward cullen
FanfictionXanthe Swan disfrutaba sin ninguna restricción de los placeres carnales. • COMENTARIOS DE SPOILER SERÁN ELIMINADOS • Antes de entrar les recuerdo que NO pretendo idealizar ciertas acciones de mis personajes, TODO ES FICCIÓN. • Es de mis primeros fic...