Parte 4

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Matsuri 4

—¿Ahora podemos hablar? —dice, no puedo negarme así que asiento. Aún puedo sentir la energía en mi puño, es como un cosquilleo extraño. Gaara me lleva hacia una sección apartada en el enorme patio.

—Dime algo —dice—. ¿Cómo pudiste hacer eso? Ni siquiera crees en lo que te digo, pero usaste chakra, ¿cómo lo hiciste?

¿Cómo use chakra? ¿Cómo lo sabría?—.¿No crees que si lo supiera, no estaría tan confundida? —¿Es tonto o qué le pasa?—. Tú explícame qué está pasando aquí, señor "Quinto Kazekage" —respondo molesta. La mano sigue cosquilleándome—. Mira, no sé si hayas estado pasando mucho tiempo en internet, o creas que es fácil para un chico rico engañar a alguien ingenua, pero déjame decirte que no lo soy.

—Si te estoy engañando, ¿entonces cómo explicas el que hayas usado chakra? -de nuevo esa maldita palabra... chakra ¿Cómo sabría eso?

—¡Seguro tú hiciste algo! —grito, estoy molesta.

—Lamento decepcionarte, pero no puedo usar chakra —responde, con una normalidad desquiciante—. Al parecer, tú sí, aunque no entiendo bien por qué...

¿Está enojado? Me acomodo el cabello y camino hacia atrás. Tropiezo, él me atrapa, me abraza. Maldita sea, está tan cerca y es tan... tan...

—Antes también hacías este tipo de cosas para caer en mis brazos —me dice. Idiota, lo alejo de un empujón.

Nada de esto tiene sentido.

—¡Ya deja esas cosas! —grito—. Yo no soy esa persona que dices, no soy la tal Matsuri de Suna, no soy tu...

—Mi esposa —dice—. Lo eres, Matsuri. Aunque no quieras creerlo, aunque no lo aceptes, eres mi Matsuri.

No me dice nada, sólo baja la mirada y continúa estando avergonzada, es como su viejo actuar, solía ponerse nerviosa cuando estábamos a solas.

—Escúchame, voy a decirte quién era el sujeto que nos persiguió —dice con calma.

—¿Lo sabes?

—Su nombre es Sasori, un ninja renegado de Suna. Él fue detenido por mí cuando tenía 16 años y apenas obtuve el cargo de Kazekage, tenía la habilidad de nunca envejecer, así que lo encerré en el calabozo, todavía no puedo recordar con exactitud lo que sucedió después, pero él debe recordarlo, por algo intenta matarnos y, lo que es peor, tiene sus habilidades.

Blah, blah, blah, este chico esta loco.

—No entiendo nada, tú estás realmente loco, o ves muchas películas. No voy a caer en tu juego, "Gaara" —respondo haciendo comillas en su nombre. Seguramente ni siquiera se llama Gaara.

Su teléfono suena -Vamos -responde enojado y de nuevo me toma de la mano y me jala. Esa maldita maña de arrastrarme a lugares...

—¡Gaara! —grita... Temari... Entonces su nombre sí es Gaara—. ¿Uh? ¿Qué haces tú con mi amiga Matsuri? ¿Acaso se conocen?

—¡Gaara-kun, qué bueno que estés aquí! —una chica rubia se abalanza sobre Gaara y... lo besa.

Por la sorpresa Gaara suelta mi mano. Temari pone los ojos en blanco y Shikamaru deja escapar una risita burlona.

La chica se separa de Gaara y él da un paso hacia atrás, casi parece confundido.

—Sasaki, que placer verte —dice Temari, sarcástica.

La rubia la mira y le sonríe enseñando sus dientes blancos, es guapísima.

—Cuñadita —dice melosamente—, hace mucho que no te veía.

Relojes de Arena (Matsuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora