Matsuri 10
Sasori intenta liberarse de la sombra y la arena. Que felicidad que llegue justo a tiempo —¡Gaara! —grito y corro hacia él.
Gaara se planta protectoramente delante de mí, supongo que hay cosas que nunca cambian —¿No te hizo nada? —me pregunta, yo niego.
—No, llegaste en el momento justo —respondo y observo a los rehenes, mis amigos—. Tenemos que alejarnos de aquí, Gaara, o todos correrán peligro.
Él asiente.
—Así que por fin estás aquí —dice aunque no puede moverse—. Le estaba contando a tu esposa cómo fue que murieron sus hijos, también estaba admirando a tu familia —mira a Temari—. Es una lástima que ahora sólo sean unos debiluchos, incluso tu padre, el cuarto Kazekage. Cayó de un solo golpe, qué decepcionante.
—Cállate ya, jodido imbécil —responde Gaara molesto—. ¿Todo lo que sabes hacer es hablar y hablar?
—También sé hacer otras cosas —contesta, moviendo ligeramente el dedo meñique, cuyo hilo de chakra conectado a su marioneta, nos arroja infinidad de cuchillos.
Puede ver el asombro en la cara de nuestros amigos, quizá seguros de que moriremos, Shikamaru parece más calmado y es el único que no se sorprende demasiado cuando la arena forma una pared y nos protege de los cuchillos.
—Supongo que has recuperado todos tus poderes —dice Shikamaru y suelta su técnica. Gaara, ordena a la arena arrojar a Sasori por la ventana, rompe el vidrio y sale volando de la casa.
—¡Chicos! —grito y corro hacia ellos, corto los amarres que los atan. Sari me mira confundida pero no tengo tiempo de explicarle nada así que solo le sonrió y le aseguro que todo estará bien.
Shikamaru va directo a Temari y después de liberarla la abraza con fuerza, creo que es la primera vez que la veo asustada.
—¿Qué carajo está pasando? —Kankuro habla mientras abraza protectoramente a Sari—. Gaara, ¿quién es ese tipo? ¿Por qué quería que vinieras y nos hizo esto?
—¿Qué es eso de Kazekage? —pregunta Temari y Shikamaru le acaricia el cabello para tranquilizarla.
—No hay tiempo para explicaciones —responde Gaara y mira al cielo, Sasori viene de vuelta—. Tengo que alejarlo lo más que pueda de aquí, me lo llevaré a donde no pueda dañar a nadie.
—Gaara —digo tomando su mano—. No puedes ir solo, te matará, todavía no controlas bien la arena.
Él me sonríe con confianza aunque sé que está ligeramente nervioso pues aún no descubrimos como matarlos —Todo saldrá bien, puedo hacerlo, Matsuri —me suelta y da un fuerte salto que lo eleva varios metros.
—¡Así que vienes con todo, Kazekage! —grita Sasori
—¡Vas a morir, Sasori! — responde Gaara, yendo hacia él.
No, no se irá sin mi. Me concentro y doy un fuerte salto tomando a Gaara de la mano justo en el momento exacto en que se desintegra en pequeñas partículas de la arena.
—No pienso dejarte ir solo —alcanzo a decir antes de sentir como me desaparezco.
Los tres nos movemos hacia el campo de batalla.
Cuando mi cuerpo vuelve a unirse caigo sobre una superficie blanda... Gaara lo ha controlado mucho mejor porque está de pie junto a mi pero Sasori y yo estamos de rodillas.
Gaara se pone frente a mí y yo me levanto rápidamente, aún un poco mareada por haberme... desintegrado, aunque después de todo lo que he visto no me siento del todo sorprendida.
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Relojes de Arena (Matsuri)
Fiksi PenggemarCuando un reloj de arena se voltea ¿Hacia donde fluye el tiempo? Mi vida era sencilla y tranquila hasta la noche en la que lo conocí o más bien, la noche en la que Gaara me encontró. Ahora que Gaara ha reaparecido en mi vida no puedo ignorar la pe...