It's you o la historia de cómo enfrenté mis miedos

7.4.- Día de amor y odio

«Como todos los martes, tocaba otra clase de Sistemas Geográficos y la verdad ya me hartaba porque no había ningún avance. Como llegué temprano a la universidad, tenía la idea de aprovechar la hora y media en organizar bien la historia con la que iba a participar en un concurso que duraba todo noviembre. Tenía algo ya visto desde hace tres semanas –antes de la "Operación Rheingold"-, pero creí que era mejor ir con un proyecto muy personal: cómo conocí a "mi valquiria". Faltaba decidir el título, pero eso no fue difícil ya que, justo cuando iba a pensarlo, escuché la canción Remember then del grupo The Earls, por lo que decidí usar ese tema como nombre para el relato.»

— ¡Ahí está! –salté de emoción-. ¿Ves? ¡Esa era la razón del libro!

— Bastante simpático el origen –rió Cris-. Cada creación suya tiene un sentido particular.

«Estaba indeciso entre escribir cómo conocí a Mariana o tratar los eventos recientes de este semestre –ya que desde casi finales de abril venía intentando datar en mis memorias los eventos, pero me dificultaba el no tener tiempo producto de la universidad y la falta de organización porque las evaluaciones y trabajos me absorbían mil-. En eso alguien pasó frente a la casita y dejó una revista en la mesa, no alcancé siquiera a ver al responsable porque desapareció cual fantasma y, decidido a no gastar tiempo en ello, revisé la revista y encontré en la primera página una imagen con un hermoso mensaje que pensé en decírselo a "mi valquiria" esperando encontrarla antes de que se fuera a práctica –considerando la hora-.

Decidido, salí de la universidad para ir a la caseta telefónica y marqué el número.

— ¿Aló? –me alegré al escuchar su voz.

— Muy buenos y hermosos días –saludé.

— Muy buenos días –dijo feliz.

— "Tú para mí eres... Lo mejor que me ha pasado, la única persona que me hace reír de la nada, la que hace mi día mucho más divertido con solo un mensaje. Eres simplemente mi persona favorita" –leí la imagen de la revista-. ¿Cómo está mi valquiria revolucionaria?

— Bien –respondió-. ¿Y tú?

— Bien –sonreí-. ¿Qué cuentas?

— Arreglándome para la práctica –no parecía estar atrasada.

¿Le diré del concurso?

— Yo entré a un concurso literario donde tengo que hacer un total de cincuenta mil palabras dentro del mes –ya me imaginaba su reacción.

— Me encantaría leer tu texto –supiera que es sobre ella.

— ¿Quieres un adelanto? –apreté los ojos producto de la ansiedad-. ¿O prefieres esperar a alguna oportunidad en que nos veamos?

— Esperar –envidio su paciencia.

En eso encontré otra imagen.

— "Algunas personas llegan a nuestra vida y muy pronto se van. Otras se quedan un tiempo, nos dejan huellas en el corazón y ya nunca más uno vuelve a ser el mismo" –leí-. Tú dejaste una gran huella en mí. Espero tengas una buena jornada.

— Gracias –se notaba emocionada-. Espero sea un buen día para ti.

— Ya empezó bien con tu saludo –fue imposible no reír y Mariana hizo lo mismo.

— Te dejo o me voy a atrasar –saltó.

— Ve tranquila, cuídate –me despedí.

— Ya, igual –cortó.»