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Era tarde, aproximadamente la medianoche, corría asustado por los pasillos de aquella casa vieja y oscura, uno que otro grito furioso se escuchaba por los pasillos

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Era tarde, aproximadamente la medianoche, corría asustado por los pasillos de aquella casa vieja y oscura, uno que otro grito furioso se escuchaba por los pasillos. -¡Papá, no me toques!- Gritó aterrorizado un pequeño de cabellos ligeramente azulados en varios tonos distintos, el menor llegó a esconderse debajo de una mesa que había en el pasillo la cual tenía un mantel de tono oscuro; en posición fetal se quedó allí sin hacer movimiento alguno. La sombra del cuerpo del que podría llamarse su padre se movía gracias a la iluminación proporcionada por la luna a través de la ventana. -Maldito mocoso llorica ¿dónde estás?- Gritó el hombre haciendo que el pequeño diera un pequeño saltito en la posición que estaba.

-Te enseñaré a no desobedecerme cuando te hablo- En eso la mesa que escondía al menor voló hacia la dirección de la ventana, de un momento a otro se encontraba acribillado en la pared siendo atosigado por la mirada de odio de su padre. -¿Por qué no eres capaz de hacer nada bien, mocoso asqueroso?- Un golpe acertó en la cara del menor para después dejarlo caer al suelo, el pequeño chillaba de dolor mientras cubría su ojito lastimado por el golpe. -¡Pudimos haber tenido mucho dinero, pero te negaste a hacerlo con el jefe! ¡Eres un puto omega, para eso sirves!- Una patada impactó en su costado haciendo que gimiera de dolor, una y otra vez, los golpes no pararon hasta después de unos 10 minutos, cuando su padre que era un alfa se cansó, le tomó de la camiseta que llevaba puesta y le aventó a la pared que daba a la ventana haciendo que su espalda chocara junto a esta en un sonido sordo. -¡AH! ¡Papá no!- Gimió de dolor el de cabellera azulada al caer al suelo, su carita estaba hinchada al igual que sus ojos con lo cual no podía ver muy bien. El mayor se retiró dejándole ahí moribundo, el pequeño se retorcía de dolor debido a los golpes provocados, a duras penas podía levantarse; se sentía mareado posiblemente por una contusión en su cabeza, se quedó allí hecho ovillo.

El ruido de sirenas retumbaban de forma molesta para el menor, estaba siendo sacado en una camilla apenas consciente siendo proporcionado oxígeno para él. Los vecinos habían escuchado los gritos, golpes y el tirar de los muebles provenientes de la casa por lo cual alertaron a las autoridades que no tardaron en llegar ya que la comisaría estaba a pocos kilómetros, el padre del pequeño fue arrestado por violencia doméstica, maltrato infantil y negligencia e intento de prostitución infantil.

Cuando subieron al pequeño omega a la ambulancia todo se volvió negro, era una pesadilla, la respiración agitada del joven omega de ahora cabellos negros que le llegaba hasta los hombros recostado en la cama se hizo presente; se levantó de golpe examinando las cuatro paredes de su habitación ligeramente iluminada por la luz de la luna a esas horas. Un aroma metalizado impregnó esta de inmediato, recuerdos malos del pasado lo atormentaban y precisamente los que más odiaba recordar. -Tomura.. cálmate, sólo fue un mal sueño..- Murmuró para sí mismo colocando una mano en su frente sintiendo el sudor frío, se levantó de la cama envuelto en su cobija en dirección al baño, salió de esta llevando consigo aquel aroma que representaba su miedo. La puerta que estaba frente a su habitación se abrió dejando ver una chica rubia de ojos color ámbar, Himiko Toga, era omega al igual que Tomura y pues su compañera de piso en ese entonces; se consideraban amigos, la rubia le siguió hasta el baño que tenía la luz encendida puesto que el aroma del mayor le alertó y quiso verificar que pasaba, el pelinegro se encontraba parado frente al espejo con una mirada inexpresiva.

Fuego Fatuo • DabiShiga ♡ (🔞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora