Fuego Fatuo • DabiShiga ♡ (🔞)

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—¿Podrías levantarte? Me asfixias..— Murmuró Tomura con el cuerpo desnudo del torso para arriba de Dabi encima suyo, gruñó al ver que este no le hacía caso. —Touya, estás pesado..— Le dió un ligero golpe en la cabeza haciendo que el albino se quejara más no se movió de allí y se acurrucó rodeando la cintura de su omega. —¿Qué te pasa, Iceberg?— Murmuró ahora ya un poco preocupado mientras se acomodaba en la cama, acarició el pelo del contrario dejando algunos besos suaves en su hombro cerca de la marca que el pelinegro le había hecho también. —Estás caliente..— Susurró al colocar el dorso de su mano debajo del cuello del mayor, con anterioridad Dabi no se veía enfermo, el día anterior parecía andar todo bien ¿quizás sería su celo? No.. si no ya lo estuviera tocando de manera obscena aunque también el celo da de diferentes maneras. —Touya..— Este respondió con un gruñido apegándose más a su cuello, al parecer estaba más consciente. —¿Qué te pasa?— Preguntó nuevamente, no recibió respuesta sólo lamidas cerca de su marca que le hicieron soltar un gemido de sorpresa. Apretó con suavidad el pelo del alfa, no se había dado cuenta de que las orejas de este habían cambiado a unas más peludas como sí de un lobo se tratase junto a una cola larga y mullida, un quejido lastimero por parte de Touya se escuchó por la habitación haciendo que se alejara de su pareja hacia el otro lado de la cama.

Tomura algo confundido de ver al contrario en ese estado, al ver las orejas diferentes y la cola ya supo de qué se trataba; soltó una ligera carga de feromonas haciendo que Touya cambiara la cara un poco, efectivamente era el celo del alfa. —Con razón no te movías y te quejabas.. y estas caliente..— Se acercó al contrario posicionándose encima de sus caderas, podía sentir la erección necesitada del peliblanco ahogada en sus bóxers, acarició esta un tanto para después sacar su miembro del bóxer y agacharse quedando hasta la altura de este, un poco de atención no hace daño.

Horas después se encontraba dándole un baño al peliblanco quién apenas se podía mantener despierto y más con las atenciones que el pelinegro le estaba dando; el baño estaba inundado del aroma de ambos. —¿Lo estás haciendo a propósito?— Murmuró Tomura mientras le lavaba la espalda. —Puede ser..— Argumentó adormilado, cuando el menor llegó a enjabonarle el pecho le tomó del rostro besándolo; un beso húmedo como a ambos les gustaba, al separarse el menor hizo un puchero. —No me meteré a bañar contigo.. suficiente tengo con lo que hicimos horas antes..— Dijo de forma infantil. —Perdón por ser tan brusco..— Se disculpó el mayor jugando con sus dedos.

—¡Es que te veías tan irresistible en esa posición! No me contuve..— Parecía un cachorro con las orejas bajas. —Ya deja de lloriquear.. te perdono, pero mi trasero no lo hará— Rato después ambos se encontraban en la sala del apartamento del pelinegro, mientras este le secaba el pelo al alfa con una toalla. —Veo que no estás tan sensible como esta mañana..— Murmuró en voz baja, luego de que, ya su pelo estuviera seco fue a dejar que la toalla se secase en el tendedero del balcón; al volver se encontró al mayor recostado en el sofá con los brazos extendidos. —Pareces un niño, ya estás viejo Iceberg..— Aún así no se rehusó a esa proposición y se acomodó encima del albino.

—Me gusta estar así..— Habló Touya, acariciando las caderas del omega. — Podríamos pasar más tiempo seguido así, entonces— Argumentó Tomura disfrutando de sus toques, se alzó un poquito hasta llegar a los labios contrarios para luego depositar un beso suave en ellos a lo cual este se convirtió en uno lento. —Mm..mm..— Al separarse se acurrucó de nuevo en su pecho. —Me dijiste que querías ver una película ayer.. toma, búscala— Le entregó el control que estaba encima de la mesita de café, en ese momento se escuchó el tono de llamada de un celular. —A mí no es, supongo que a ti— Gruñó el menor, el peliblanco sacó el celular de su bolsillo y contestó. —Ah.. viejo.. ¿Qué?— Preguntó algo confundido. —No me esperaba eso de tí, viejo ¿Ya se lo dijiste a Fuyumi, Shoto y Natsuo?— Algunas veces su padre era lento para las cosas, suspiró. —Bien.. bien, se lo diré a esos dos.. encárgate tú de Fuyumi ¿Sí?— Unos minutos después colgaron, dejó el teléfono encima de la mesa.

—¿Quién era?— Preguntó en voz baja el omega metiendo sus manos por debajo de la camiseta que llevaba el contrario. —Era mi padre, me contó qué está con su pareja predestinada— El alfa enredó sus manos en el pelo del omega. —No es que tengamos tan buena relación pero me alegro por él, quizás así deje de ser tan cerrado y terco— Murmuró. —¿Tú crees qué yo sea tu pareja predestinada?— Se cuestionó el omega en voz baja, el peliblanco tomó su rostro entre sus manos. — De la única manera que se puede saber es si en esta luna llena nuestras marcas se vuelven una media luna.. aún así no me importa si lo eres o no, te amo de cualquier forma— El menor tapó la cara del alfa con sus manos. —¿Por qué demonios tienes que ser tan dulce?— El albino hizo un puchero. —Harás que vomite arcoiris sin darme cuenta..— Gruñó el menor, se escuchó una risa por parte de Touya. —Cállate— El mayor negó.

—¡YA LLEGUÉ TORTOLOS!— Se escuchó la voz de la rubia en el recibidor, traía algunas bolsas en sus manos mientras se quitaba las zapatillas y se ponía las pantuflas. —¡Dejen de regar feromonas por aquí, también me afecta! ¿¡Saben!?— Chilló en dirección a la cocina, el pelinegro se levantó de encima del alfa. —¿Podrías ayudarla con las bolsas en lo que preparo la cena?— Touya asintió y se paró del sofá. —Me debes besos— Le robó uno de manera inocente para después ir hasta el recibidor a buscar las demás bolsas, con la cara roja Tomura se dirigió a la cocina. —¿Qué andaban haciendo par de tortolitos, eh?— Preguntó la rubia lavándose las manos. —No mucho..— Murmuró el pelinegro. —Bueno, hasta que llegaste..— Bufó sacando las cosas que Toga había comprado de las bolsas con lo que Touya se retiró de la cocina.

—¿Qué quieres hacer para cenar?— Preguntó el omega. —La semana pasada me dijiste que querías hacer filetes de pollo, ¡traje unos cuántos paquetes!— Dijo emocionada. —También traje los ingredientes que me pediste para el postre de Dabi— Alzó las cejas haciendo que Tomura se sonrojase. —Ya cállate y sal de mi cocina.— Gruñó desviando la mirada.

—Aww! ¡Tomu-chan eres demasiado tierno!— Dijo mientras salía de la cocina. —Con razón Dabi se fijó en ti, eres un amor— Tomura no le lanzó una cuchara de madera detrás ya que era una de sus preferidas.

Me morí feo disculpen ;; 💧👄💧