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Min DongHae es alguien que había crecido entorno un ambiente tóxico. Sus padres estaban casados solo por un contrato y su madre los había abandonado cuando el solo tenía tres años.

Creció con los cuidados de una niñera y algo que siempre le repitió su padre es que el amor no existe. DongHae creció teniendo esa idea en mente y no le importo cuando también lo comprometieron con una mujer a la cual nunca había visto en su vida hasta el día de su boda.

Mujer que dando a luz a YoonGi falleció. El azabache nunca conoció a su madre, su padre lo ignoraba y solo le dirigía la palabra cuando era necesario. El menor siempre ignoro las palabras de su progenitor cuando se trataba del amor.

Tanta fue la obsesión que le prohibió completamente a YoonGi tener pareja. Ante aquella actitud el azabache había decidido irse de su casa y fue mejor cuando su padre decidió mudarse a Daegu.

Jamas espero que este fuera a aparecer justo cuando estaba empezando a cortejar a un omega, como si todo estuviese calculado.

— ¿Cuanto tiempo te quedaras?

— No lo se, vine por que tengo un importante contrato que cerrar y aproveche para visitarte.

YoonGi asintió mientras agarraba la mochila para poder irse a la universidad. Desde el sofá DongHae lo observó irse, ni siquiera se despidieron el uno del otro.

Por que el amor no existía ni con su primogénito.

➖🍂➖

Después de una larga jornada en el colegio, el azabache yacía en una florería con la compañía de su mejor amigo a sus espaldas y la pareja de este. YoonGi trataba de buscar el ramo de flores mas bonito para darle al omega que cortejaba.

— Solo dale rosas. — comenta Nam.

— No, es muy... cliché.

El castaño bufo mientras el omega le daba un leve codazo en sus costillas, mirándolo con su ceño fruncido. YoonGi siguió buscando, hasta que encontró unas que llamaron su atención y realmente se veían hermosas.

— ¡Estas!

— Son lindas...

— No es un ramo tal cual, pero es bonito...

Las flores venían ya en una especie de maceta hecha de cristal, pero no se veía la tierra pues unas hojas rodeaban todo. Por arriba se veían orquídeas blancas con otras flores que las acompañaban. 

— ¿Que dices, Nam?

El castaño no pudo evitar sonreír y aquello fue una buena señal para el de cabello azabache. Se acerco para pagar y finalmente se dirigieron hacía la casa de los Park.

Al llegar lo que los recibió fueron unos gritos de diferentes personas. No se dieron cuenta del momento en el que JiMin iba corriendo por las escaleras siendo seguido por un omega peliazul. Finalmente el alfa presente sujeto del brazo a su pareja para que dejara de seguir a JiMin.

— Tae, no puedes enojarte por eso.

— ¡No, Jeon. Es que JiMin no puede salir con un tipo que conoció hace solo un par de semanas!

— ¿Por qué no?

— ¿Y si es un asesino y no sabes?

¡Aléjate de él! (YoonMin) ➳ OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora