ℝ𝔼𝔸𝕃𝕄𝔼ℕ𝕋𝔼 𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝔸𝔻𝔸𝕊 ==> {SAIDA} [FINALIZADA]

No todo es como se piensa...

POV Autora:

-Pero yo quiero ver Bob Esponja.- Dijo una pequeña coreana, la cual estaba encima de su japonesa favorita. -Tienes que ir a componer.- Le replicó esta mientras agarraba sus mofletes y los estiraba. -No quiero, no se me ocurre nada...- Dijo esta mientras hacía un puchero, debido al pequeño dolor que le causaba la mayor en su cara. -Llamaré a Hwasa...- Le respondió quitando las manos de la cara de Dahyun, la cual casi se levanta del susto al ser nombrada esta. 

-No quiero...- Gritó haciendo un puchero mientras se ponía completamente encima de Sana, para de repente empezar a hacer le cosquillas a esta. -Para...Para...- Reía la mayor mientras intentaba quitarse de encima a su pegajosa bebe. -¿Y ahora quién manda?- Habló con burla pero con una gran sonrisa imborrable, ella también reía solo por escucharla, esa tan dulce sonrisa irresistible.

 Dahyun sabía que era una de sus mayores debilidades. -Yo...Minatozaki...Sana.- Decía para seguir riendo sin poder apenas respirar, con un poco de fuerza pero algo más de dificultad agarró las muñecas de Dahyun haciendo que esta giré completamente, dejando que Sana se quede sentada encima de su abdomen. -Minatozaki Sana...- Volvió a repetir su propio nombre mientras se acercaba a Dahyun con una sonrisa victoriosa.

-Si...Kim Dahyun...- La desafiaba la pequeña con una sonrisa en sus labios, aun estando atrapada y sin poder moverse, le encantaba desafiar la, y tal vez ella siempre pierda pero hasta eso le encantaba. -¿Segura?-Le pregunto la mayor, dándo le una oportunidad antes de atacar. -Comple...- Iba a decir Dahyun pero antes que pudiera sus móviles sonaron a la vez. -Vaya...Mucha casualidad.- Dijo Dahyun viendo como los dos móviles no paraban de sonar. Sana le extendió el móvil a la amante del chocolate, recibiendo una mirada de agradecimiento, para a su vez contestar el suyo. 

POV Sana:

-Hey Nayeon.- Dije feliz mientras me volvía a sentar en el sofá viendo como Dahyun también respondía. -Sana ven a mi casa ahora.- Escuché su voz de preocupación, mientras oía un llanto por detrás...¿Mina? -¿Qué pasó?¿Mina está bien?- Pregunté con preocupación al reconocer su voz, de reojo vi a Dahyun la cual me miraba con la misma mirada de preocupación, mientras seguía hablando. -Algo pasó entre ellas ven ahora.- Dijo mientras suspiraba intentando calmarse. -Enseguida voy.- Le dije para después colgar la llamada. ¿Qué mierda estaba pasando? 

Fui hacia mi habitación y en nada me cambie mi hermoso pijama por unos vaqueros, después corrí hacia la habitación de Dahyun y vi como ella también se estaba cambiando. -¿Qué pasó?- Pregunté al verla asustada y muy preocupada. -Chae tuvo un problema con Mina.- Dijo apunto de llorar. -Esta bien, amor.- Dijo abrazando la. -Yo me tengo que ir a la casa de Nayeon por Mina.- Le dije mientras le robaba un pequeño beso, y agarraba una de sus anchas sudaderas para ponérmela ya que no llevaba nada debajo más que el brasier. -Cualquier cosa llamame.- Me dijo mientras acomodaba mi pelo. -Tu igual.- Le respondí mientras le ponía una de sus camisas. -Ve yo saldré en nada...Te está esperando.- Me dijo con una sonrisa pero con su mirada aun preocupada. -Te amo.- Dije besándola rápidamente, mientras me iba hacia la entrada escuché como ella gritó lo mismo que le dije hace un momento. Me encanta.

Salí corriendo por suerte todo estaba lleno de taxis así que me subí en uno, y en 5 minutos llegué, salí y pague con toda la prisa que me pude dar. -Nayeon, soy yo Sana.- Dije a una de las cámaras, para después ver como las puertas se habrían, salí corriendo hacia la gran casa, fui hasta la puerta y antes de tocarla se abrió, entre sin pedir permiso y quite mis zapatillas rápidamente, y fui hacia en salón, donde estaba Mina llorando he intentando ser consolada por Nayeon, Jihyo y Momo. 

-Minari.- Grité al verla, para dirigirme hacia ella y abrazarla con todas mis fuerzas. -Sana.- Sollozo ella sin soltarse de mi abrazo. -¿Qué te pasó?- Pregunté asustada, sintiendo como sollozaba más. -Tranquila.- Dijo Nayeon mientras acariciaba su cabeza. -Vamos a sentarnos.- Le pidió Jihyo con una voz muy tranquilizadora, nos sentamos todas en el sofá, aunque estábamos algo apretadas tanto que ni siquiera pude entrar yo.