ℝ𝔼𝔸𝕃𝕄𝔼ℕ𝕋𝔼 𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝔸𝔻𝔸𝕊 ==> {SAIDA} [FINALIZADA]

Esto es amor...

Pov Dahyun:

-Lleva exactamente 3 días y...- Dije antes de mirar la hora de mi móvil. -Y cinco horas sin dejar que me acerque a ella.- Dije tirándome en la cama de mi amiga mientras hacía un puchero. -No deja que duerma con ella, no deja que la bese y mucho menos que la toque.- Dije para después agarrar una almohada y taparme la cara con esta, para que él grito no se escuchara tanto. -Entonces eso de que todavía no estáis saliendo, se lo ha tomado en serio.- Me dijo mi mejor amiga mientras colocaba unas cuantas luces con formas de pingüino y gatos, no...Son tigres creo… -Completamente, y eso sin mencionar que en cuanto puede intenta colarse en mi estudio para escuchar las canciones.- Dije estirando me, para después abrazar la almohada deseando que esta fuera Sana...-

¿Pero ya has acabado la última canción?- Me preguntó mientras acomodaba los cuadros que tanto le hubiera gustado enseñar a Mina. -Me falta el final y empiezo a grabar todo.- Dije levantándome de la cama para ayudarla, se me había olvidado que estaba para eso... -Más bien tengo que acabarla para el miércoles, se la presentaremos a Solar y empezaremos a grabar.- Dije sujetando uno de esos hermosos cuadros con mucho cuidado. 

-Se ve bien.- Dije al ver casi todos los cuadros colgados. -Nos falta ese.- Dije apuntando hacia el único que quedaba el cual estaba cubierto por una sábana. -No, ese se lo daré personalmente.- Dijo evitando que lo agarrara. -¿Me dejaras verlo?- Dije haciendo un puchero mientras me acercaba otra vez hacia el cuadro de manera lenta. -Nunca.- Gritó agarrando el cuadro para ponerlo en su espalda. -¿Por qué no?- Grité mientras avanzaba hacia ella, en pose de ataque. -No quiero.- Gritó más fuerte mientras se alejaba de mí cada vez más rápido. -Si me dejas verlo te enseñaré el regalo que le daré a Sana.- Dije sonriendo con inocencia totalmente pura y creíble. -Bueno si no quieres saber que hay dentro de esta caja tan bonita no pasa nada.- Dije para mostrarla por menos de dos segundos y después volver a guardarla en mi bolsillo. -Trato hecho.- Dijo quitando el cuadro de detrás de su espalda.

-Tu primera.- Dije algo desconfiada, pero sin perder mi sonrisa. -Esta bien, pero no te rías.- Dijo con un pequeño sonrojo. -Lo prometo.- Dije mostrando ambas manos, haciendo que ella apoye en cuadro en una especie de marco donde ella dibuja, para después quitar lentamente la sabana. 

-Dios...- Dije al verlo estaba impresionada no había duda de que dibujaba genial era tan hermoso. -Se que es un poco raro pero...- Intentaba decir aun sonrojada. -Es hermoso.- Dije con sinceridad viendo cada detalle del cuadro. Este mostraba a ambas separadas por un cristal en el cual también ambas parecia que habían roto para poder hacer que sus manos se rozaran, la mayor parte del fondo tenía colores oscuros, pero alrededor de ellas y sus manos todo tenia colores hermosos como la combinación del índigo y el morado, era perfecto parecía encajar todo cada color, cada pincelada. -¿Enserio?- Dijo sorprendida mientras me miraba con los ojos abiertos. -Sin duda le encantará.- Dije dándole un último vistazo antes de que lo tapara completamente, y lo dejara apartado y a salvo de cualquier golpe. 

-Muéstrame lo que le darás...- Dijo después de guardar el cuadro para dirigirse hacia mi entustiasmada. -Le daré esto.- Dije sacando la cajita que tenía en mi bolsillo. -¿Le pedirás matrimonio?- Dijo dando saltos de alegría al ver la pequeña cajita encima de la mesa. -No, para nada, aun es muy pronto para eso.- Dije imaginándo me por un momento a Sana con un elegante vestido blanco y en el altar junto a mi, diciendo “sí quiero”, y basándonos frente a todos, recibiendo felicitaciones y gritos de felicidad de nuestras amigas más cercanas... 

-Aun...- Repitió con una sonrisa muy sugerente que hizo que salga de mis pensamientos. All ver su tonta sonrisa me fue inevitable no reír,  así ambas de repente empezamos a reír como tontas y sin ningún sentido. -Realmente te gusta.- Dijo después de reír y con una amable sonrisa mientras agarraba la pequeña cajita con sumo cuidado y la abría lentamente, después de hacerlo me miró completamente sorprendida. -¿Enserio le darás esto?- Dijo con la misma cara de sorpresa que antes, yo solo asentí con una sonrisa de orgullo. -¿Cómo conseguiste su aprobación?- Me preguntó mirando dentro de la pequeña caja. -Fue su idea que le diera esto...La verdad yo tampoco me lo podría haber imaginado.