Capitulo 18

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Dolor. Presión. Lágrimas.

Era todo lo que estaba sintiendo, alguien le estaba gritando, no quería escucharlo por lo que tenía sus oídos cubiertos. Intentaba correr, pero era inútil. La voz se volvió más fuerte.

Tenía un tono lleno de burla, se reía de su situación y le repetía que todos lo habían dejado solo. Todos.

Negó e intentó gritarle a la voz que se callara, que no era así. Él no estaba solo, él no tenía nada de qué preocuparse, el seguía viviendo su vida de siempre.

Quería decir tantas mentiras, pero no expresó nada, ningún sonido abandonó su garganta. Estaba atrapado.

Justifica todas tus mentiras Tom, ¿puedes?

Le pregunto esa voz. Si. Quería contestar, aunque no estaba seguro.

¿Como solo piensas en ti mismo?

No lo sabía.

¿Te dolió tanto que se te cayera tu teatrito?

Claro, su orgullo se había desmoronado.

¿Es eso? ¿O realmente tus sentimientos duelen?

Despertó cubierto de sudor, las pesadillas se habían vuelto más recurrentes, en esa en particular, la estúpida voz de su conciencia fue remplazada por la voz de John, ahora que sabía la verdad.

Enterró su rostro en una almohada, casi se prometió no volver a tomar siestas en un buen rato, pues ahora estaba más cansado que antes. Ya no dormía con facilidad, todo era culpa de Laurens.

Sus ojos se humedecieron, sollozos abandonaron su garganta y las lágrimas no pararon.

Débil. Idiota. Cobarde.

Eso era, ya no se desgastaba en tratar de negarlo. Ahora, con su nueva "idea" haría que la última palabra tomara aún más fuerza, sabía qué hacer, pero ni siquiera lo haría el mismo.

Suspiró intentando recobrar el aliento y calmarse un poco, se alejó de la almohada y se frotó el rostro sin cuidado, se sentía frustrado completamente, intentaba mantenerse relajado para no arruinarlo todo, una vez más.

Esa era su única esperanza. El plan.

***

Alex se había quedado dormido contra el pecho de John, el celular de este comenzó a sonar insistentemente, al observar el contacto de su padre casi entra en pánico, pero intentó hablar en un tono sereno.

—Hola pa...

—Hijo, necesito decirte algo...tú tía realmente se puso muy enferma, debemos viajar este lunes... —El castaño se quedó helado, ¿el lunes? Ese día era viernes, el día siguiente debían ir a la escuela, aunque fuera fin de semana, entonces, ¿Qué pasarían con sus planes de todo lo que haría con su novio esos días?

—Está bien pa...nos vemos en un rato, cuídate. —Al colgar el teléfono miró a su caribeño, seguía profundamente dormido y se veía relajado. El no pudo evitar sonreír y acariciar su mejilla con cariño.

Alex reaccionó un poco al toque, casi ronroneando y sonriendo, el corazón del castaño dio un vuelto, realmente adoraba a su novio, en tan poco tiempo se enamoró de él, pero no se arrepentía en lo más mínimo.

—Bebé, debemos irnos... —Le susurró mientras lo movía con cuidado, obviamente Alex se quejó, pero resignado se terminó levantando para cambiarse.

—La próxima vez estaremos en una habitación, me siento como un nudista. —Bromeó el caribeño, John repasó la frase "la próxima vez" y se sonrojó un poco.

Green [Lams]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora