Maratón 3/3
Canción del capítulo: Heather-Conan GrayDos años antes.
Thomas y James se encontraban caminando y charlando, eran mejores amigos después de todo. Se apoyaron en una pared cerca de los casilleros y continuaron con su plática.
–Oye, mira. –Jefferson le señaló a tres chicas a su amigo, quien las miró con una ceja alzada.
–¿Que se supone que tengo que ver?
–Ay, ¿que no las ves? Son hermosas, más la amarilla... –Soltó un suspiro soñador y sonrió.
–¿Que tú no estabas con otra chica? –El menor asintió sin dejar de ver a la mayor de las hermanas. –¿entonces?
–Ella no es así, no tiene esa aura de poder e inteligencia como ella...no te sorprendas si luego vengo con la noticia de que es mi novia. –Jefferson rio y sonrió de lado, Madison suspiro negando, pero también sonrió.
James conocía a su mejor amigo, cambiaba de conquista como de ropa interior, aunque normalmente no quedaba en buenos términos con las chicas, quienes comúnmente terminaban mudándose.
Esa chica parecía expresar su estereotipo a la perfección, era risueña, alegre, parecía no impórtale cómo se veía o si quiera usar un poco de maquillaje.
Claro que eso comenzaría a cambiar.
Meses después.
Thomas se encontraba sentado en el piso, mirando hacia su más reciente novia, Angélica Schuyler. ¿La amaba? No. ¿La necesitaba? Si, lo hacía, si quería seguir con su reputación debía estar con ella.
De repente su mejor amigo se sentó junto a él, se miraron por un momento antes de que el volviera a mirar a la chica.
–¿Cuánto tiempo llevas aquí?
–No mucho, debía esperar a mi novia en sus entrenamientos. –James asintió y le pasó una prenda de ropa.
–Hey, gracias por tu suéter, realmente me ayudó... –le agradeció, unas noches atrás Thomas le había prestado un suéter, tal vez para que no muriera congelado por el frío de se notaba desde ese momento
–No te preocupes, espero no te hayas metido en problemas, después de todo no eres lo que se podría llamar "un rojo". –El mayor se rio un poco.
–Lo sé, pero no, todo estuvo bien. –Tal vez hubieran continuado su charla si no fuera porque la amarilla se había acercado y Thomas había tenido que retirarse.
Madison había notado todos los cambios en la chica desde el momento en que su amigo la presentó como su novia, ni siquiera los celos lo hicieron ignorar esos pequeños detalles.
La vestimenta de la chica había cambiado, no le pareció tan extraño. Sus peinados comenzaron a cambiar, no había visto nada raro, todo, hasta que abruptamente comenzó a notar que la chica llevaba maquillaje.
"Bueno, las chicas son así, usan esas cosas" trato de convencerse, pero no estaba seguro. ¿Qué tal si Jefferson- No? El conocía a su amigo, el sería incapaz de hacer eso.
Se levantó y abandonó el lugar, ya no quería sentirse así, tan mal, tan solitario. Simplemente deseaba ser ella.
***
James se había arreglado para ir a una reunión de bienvenida, no le encantaban las fiestas, pero debía ir. Se miró en el espejo y suspiro no tan convencido de cómo se había vestido, pero decidió no cambiarse, igual ya iba tarde.
Salió de su casa y fue lo más rápido que pudo hacia la casa. Intento integrarse, no fue muy difícil al ser amigo de Thomas.
Después el llego, tan deslumbrante, encantador como siempre, tomó todo el control de James para no verlo por más de lo necesario, después de todo llevaba a su perfecta novia y él no quería entrometerse.
Vio a su amigo acercarse y le sonrió, la Schuyler fue hacia sus hermanas dejándole el camino libre para hablar con Jefferson.
–Hey Mads, ¿cómo estás?
–Bien Tom.
–Me alegro. –se sintieron por un momento. –¿Vamos por una bebida? Tal vez quiera jugar beer pong, pero ya veremos. –El mayor negó riendo y siguió a su amigo para servirse algo, presentía que sería una buena noche.
***
Después de un divertido juego de beer pong (en el que James tuvo que participar por insistencia de su amigo) terminaron ebrios, no era sorprendente, pero lo estaba.
Ya había pasado la fase de simplemente sentirse más achispados y alegres, ahora era la fase de "alguien deténgame antes de que suelte verdades y sea demasiado honesto"
Afortunadamente para Madison nadie los detuvo.
Salieron riendo hacia el balcón, cerraron la puerta y Jefferson se puso frente al barandal, abriendo sus brazos y dejando que el aire frío se dispersara por su cuerpo.
–¿Qué haces Thomas? –Rio James, aunque hablaba arrastrando las palabras.
–Estoy en el titanic, déjame soñar. –Le explicó muy serio, como si realmente se lo creyera.
–Claro, claro... –Miró hacia la linda vista que les dejaba la noche y suspiro, comenzó a sentirse melancólico al recordar todas sus penas, sus ojos se veían tristes y el brillo que tenían desapareció, Thomas había volteado a verlo y se sintió preocupado.
–¿James? ¿Estás bien? –James negó y miró a su amigo.
–Estoy pensando...
–¿En qué? –El mayor tomó aire antes de seguir.
–En que me gustaría ser otra persona. –Thomas frunció el ceño suavemente.
–Eres genial Madi, no necesitas ser alguien más.
–No soy suficiente ni para la persona que amo.
–Pues esa chica puede irse a la mierda, si no te corresponde tiene muy malos gustos. –El mayor negó y se incorporó frente a su amigo.
–El problema es...que no es una chica quien no me corresponde. –Thomas se sorprendió por la confesión, pero se concentró en ayudar a su mejor amigo.
–¿Quién es ese don nadie que no te corresponde? Debe estar ciego si no puede ver lo increíble que eres. –James sonrió y se acercó más a Thomas.
–No es un don nadie...y tal vez este ciego, pero ahora que está frente a mí, ojalá pueda verme... –Susurro antes de aprisionar los labios del menor, quien se quedó en shock por unos segundos, luego se separó sobresaltado.
–N-No deberíamos... –James suspiro.
–L-Lo lamentó, enserio, yo...
–Solo cállate y bésame de nuevo. –Madison se sorprendió, pero no se quejó, volvió a atacar los labios de Jefferson ahora con más necesidad, esta vez el menor correspondió el beso y lo hizo más duradero.
Desde ese día comenzaron una relación en secreto, Madison no sabía acerca del maltrato hacia la novia de su amante, así que los celos lo hacían pensar que actuaba igual que con él, cariñoso, carismático y cálido.
No le gustaba compartir al chico que amaba y que sabía que lo amaba de vuelta, lo notó cuando sus colores comenzaron a cambiar.
Lo amaba, sabía que haría todo por él, y realmente esperaba que Thomas pensara igual. Solo esperaba que dejaran de esconderse pronto, pero por ahora estaba feliz de y no desear ser alguien más.
***
¡Llegamos al final del maratón! Al fin, fue estresante para mi terminar muchos capítulos y no subirlos luego luego D:
Pero bueno, ¿qué les pareció este capítulo?
¿Qué les gustaría ver en capítulos siguientes?
¿Están listos para lo que viene? Espero que sí.
Ahora sí, nos leemos luego, ¡adiós!
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Green [Lams]
FanficEl mundo se divide en colores que llevas en tu muñeca y tu vida se basa en ellos, aunque se pueden modificar al enamorarse. Alexander Hamilton, un amarillo, se topa a John Laurens, un azul. Ellos y sus sentimientos pueden formar un hermoso verde. [...