Capitulo 5

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Nota importante al final del capítulo.

Angelica corría por los pasillos intentando llegar a los baños hasta que fue arrastrada hacia un salón, estaba segura que sería el chico pecoso, ya casi podía escuchar sus regaños y sermones que muy probablemente ignoraría al final.

Tanta fue su zozobra que tardó un buen tiempo en mirar hacia la persona frente a ella, pero al ver quien era perdió el aliento. Su hermana, Elizabeth, la miraba con preocupación y tristeza, también con algún destello leve de ira, aunque no estaría segura si por su estereotipo o por ira real.

–Angie, ¿qué paso? –preguntó la menor con un tono que dejaba su preocupación a flote, Angelica sollozo y negó con la cabeza, tenía las palabras en la punta de su lengua, pero no podía hablar, no podía decir nada. No se sentía preparada.

–N-Nada...–dijo con un hilo de voz, tragó intentando deshacerse de aquel nudo en su garganta que comenzaba a dificultarle la respiración.

–Si fuera nada no estarías así mi niña...–la mayor sintió como si la golpearan directo en el estómago, no se merecía la amabilidad de su hermana, ni el sobre nombre, ni la preocupación. –Puedes contarme...

¿Realmente podía? No. No podría emitir una palabra, en fin, todo era su culpa. Si tan solo no hubiera alzado la voz ante alguno de los golpes no se encontraría en esa situación. Observó restos de su maquillaje en su dorso, seguramente se había desprendido ya, en ese momento pensó que hubiera preferido que John la hubiera interceptado en vez de su hermana.

Con John solo se excusaría con su típico "no estoy lista, déjame sola", John suspiraría, pero la ayudaría a cubrí los golpes y la consolaría hasta que dejara de llorar. Su hermana era otro caso, era tan dulce que no la dejaría sin saber razones y probablemente tendría más ganas de golpear a Thomas.

Angelica no pudo más, se derrumbó y corrió a los brazos de su hermana, dejando las lágrimas salir sin consideración. Se sintió protegida cuando su hermana la abrazó de vuelta, fue envuelta con la calidez de sus brazos y pensó que definitivamente no quería decepcionarla o dejarla ir.

Pensó en su amigo, ¿le había importado poco o se había detenido cuando su hermana se la llevó? No lo sabía, pero quería aferrarse a la segunda posibilidad.

Si Jefferson estuviera ahí probablemente le hubiera asegurado que había pasado lo primero, aunque estaría más que equivocado, pues John estaba a punto de atrapar a su amiga antes de que Eliza la arrastrará lejos, mordió su labio suavemente y suspiro pues sabía que ya no podría ir por ella.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia sus amigos, Alex ya estaba cerca de ahí, pues lo siguió sin pensarlo. –¿Eli se la llevo? –John asintió sintiéndose estresado, realmente deseaba con todas sus fuerzas que Angelica estuviera bien.

–Si Lexi...espero que esté bien... –dijo y notó que la sonrisa del otro se hizo más grande. –¿qué pasa?

–N-Nada...me llamaste Lexi...–John observo con ternura el tono rosado que tomaron las mejillas del otro, era muy malo ocultando sus sentimientos, era como un libro abierto.

–¿Te molesta? –Alex negó frenéticamente y susurro algo que parecía ser un "no, me encanta", aunque John no lo escucho tan claro, parecía una nota mental más que un aporte a la conversación.

–¿V-Volvemos con los demás mientras las esperamos? –John solo asintió mientras regresaba con sus amigos, quienes preocupados le preguntaron que había ocurrido, a lo que él les explicó la situación.

Hablaron un poco más del tema antes de intentar distraerse y comenzar a hablar de trivialidades, en esa conversación John notó la personalidad cálida y encantadora del otro <<realmente es un verde>> pensó y se sonrojó, ¿el llegaría a la altura de los verdes? Ya que sería uno tal vez debía practicar sus cualidades.

Se perdió un momento en sus ojos, dejo de darle sentido a sus palabras y se concentró en sus movimientos, algunos eran casi imperceptibles, pero no se cansaría de observarlo. Por su parte Alex se sentía más libre para poder hablar y sonreír sin nada que lo avergonzara, también se quedaba admirando a John en algunos momentos, le parecía fascinante.

Después de varios minutos se dieron cuenta que debían volver a clases, que lamentablemente, no compartían. Se despidieron, aunque a los dos casi verdes les costó soltarse, y caminaron hacia salones contrarios. Alexander sentía que su corazón saldría de su cuerpo y que su cara ardía en llamas, claro que intento disimular todo lo que pudo para no verse raro, pero la sensación seguía ahí.

Estaba llegando a su salón, paso por uno que tenía la puerta cerrada y sintió un escalofrío al escuchar besos, literalmente podía escuchar el choque de los labios, las risitas ahogadas y los segundos para tomar aire. Pensó que, aunque sea estaban en un cuarto cerrado, pero su instinto de saber todo tenía curiosidad de quienes serían los amantes de aquel salón.

Se obligo a si mismo a no ser tan chismoso y volvió a su caminata hasta su salón, se sentó donde siempre y observo como la clase comenzaba con normalidad. Estuvo aburrido todo el tiempo, la charla acerca de La Revolución Francesa le parecía poco interesante y un poco monótona. Trato de estar lo más atento que pudo y así pasó casi 2 horas más, lo que lo hizo casi salir corriendo fuera de su salón cuando a la clase llegó a su fin.

Suspiro mientras caminaba fuera del lugar, se encontró a Lafayette y Hércules, quienes le hablaron de una fiesta que ocurriría el sábado, los tres aceptaron en ir e invitar a John para que se les uniera. Aunque el susodicho tenía otros problemas en ese instante.

Estaba con Angelica, a punto de gritarle "Amiga date cuenta", pero se controló pues ya se veía muy feliz. –Entonces mañana iremos a una cita...

–¿Porque le pediste disculpas tú? Eso e solo que no entiendo.

–Yo fui la que le grité, fue mi culpa. –John suspiro y negó.

–Si te hace feliz...pero enserio, piensa en decirlo.

Angelica mordió su labio y asintió lentamente, tal vez escucharía su consejo por primera vez, o tal vez solo lo ignoraría hasta que fuera conveniente. –Debo irme, seguro ya me están esperando.

John le sonrío y se despidieron, le gustaba aprovechar el tiempo que tenía antes de regresar casi corriendo a su casa para hablar con su amiga, aunque a veces se merecía unos sermones, tenía un gran corazón y era bondadosa, la quería mucho por eso.

Miro en la lejanía a Alex, con el que cruzo miradas accidentalmente causando un sonrojo en ambos rostros, y sonrió antes de emprender su camino a casa, definitivamente ese había sido un día...decente.

***

¡Hola! No pasó un mes... ¿cierto? Bueno ese no es el punto, primero les daré el aviso importante y luego iremos con lo demás.

Pues, tendré que poner un TW en algunos capítulos pues me gustaría tocar temas un poco más delicados, cosas como abuso (aunque ese ya se ha visto, lamento si causo incomodidad en alguien por no poner un TW anterior), autolesión, suicidio y violencia familiar. En todos los capítulos que incluyan este tipo de temas pondré este símbolo: ⚠️ para que haya una prevención anterior. Si alguno de estos temas te hace no poder continuar con la historia lo lamento y espero que sepas que agradezco tu apoyo hasta este momento 💕.

Luna, ¿habrá alguna advertencia en caso de haber smut?

¡Me alegra que preguntes, persona imaginaria encargada de preguntar cosas que nadie preguntaría! La respuesta es sí, pero no les aseguraré que el smut ocurra pronto o sea digno de una novela erótica tipo 50 Sombras de Grey pues soy muy mala en ello. Aunque claro que me gustaría incluirlo ;).

También les informo que, ¡estoy trabajando en una playlist! Quiero seguir alguna cronología de capítulos para evitar spoilers con la música, aunque me está costando un poquito jaja, pero les aseguro que tan pronto lo termine les diré y pondré un link.

Ahora sí, sin más blablablá van las preguntas normales.
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Cuál creen que sea el secreto de Angelica que se dijo en el capítulo anterior?
Estén atentos a una escena de este capítulo, es una pequeña pista para el siguiente ;).

Nos leemos pronto, los amo, ¡adiós!

Green [Lams]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora