Capitulo 22

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3 Semanas después.

—¿Que es esto? —El caribeño miró confundido a sus amigos, quienes le habían entregado una hoja doblada de una manera pulcra que al abrirla dictaba, "Nuevas Reglas."

—Un regalito de nuestra parte. —Afirmó Elizabeth con una sonrisa.

—¿Y de que me sirven? —El chico los miró confundido, Laff se acercó a él.

—Para que superes a Laurens, más ahora que lo verás en ese "concierto", así que anda, léelas. —Alex suspiró y leyó en voz alta.

—Uno, no le contestes el teléfono, sabes que solo te llama porque esta borracho y solo, bien, lo entiendo. —Miró a ambos y siguió hablando. —Dos, no lo dejes entrar...¿a donde?

—No lo dejes entrar a tu vida de nuevo. —Alex se hizo el des entendido.

—¿Porque está esto? Ya ni siquiera hablamos... —Eli suspiró y lo miró reprochándole.

—¿Quieres que te recuerde el "incidente de la biblioteca", Lexi? —Alex mordió su labio levemente.

—¿Que incidente? —Siguió tratando de evadir el tema.

—Que se lo recuerdes dice. —Le dijo Laff sonriendo, sabía la historia, pero quería ver a su amigo morir de vergüenza de nuevo.

—Bien...

Flashback.

—Buenos días chicos, hoy haremos un trabajo final en parejas. —Los adolescentes comenzaron a mirarse mutuamente. —Eh, ni lo crean, yo voy a elegir las parejas. —Ahora, todos en el salón se quejaron, cosa que a la maestra le causó más risa que nada.

Comenzó a nombrar a los que trabajarían juntos, Alex alzó la mirada al escuchar su nombre y palideció cuando se dio cuenta de que su pareja era John.

Volteó a mirar al chico, quien susurró un "en la biblioteca" y Alex asintió, sabiendo a que se refería.

Suspiró y estuvo pensando todo lo que restaba de la clase, solo tomando notas, sin escuchar de que hablaban. Solo salió cuando Laff lo obligó a pararse.

Era su primer descanso que solo duraba 10 minutos, y en el receso haría el proyecto. Su madre asesinaría a John antes de que cruzara el jardín si llegaran a ir a su casa.

Las clases se volvieron más rápidas, maldijo su percepción de tiempo por eso, aunque no quería quejarse, al menos no en ese momento.

Al salir, de disculpó con sus amigos y caminó hacia la biblioteca, sentándose en la única mesa vacía, que para su desgracia, estaba alejada de la salida más cercana. Suspiró y se sentó, sacando sus cosas y colocándolas sobre la mesa.

Se la pasó repasando sus apuntes una y otra vez, pero cada vez que las palabras se quedaban en su cabeza, casi inmediatamente desaparecían, gracias al recuerdo de la persona con la que estaría ese día.

John llegó unos minutos después, saludándolo sin más y comenzando a trabajar, se sentó a un lado de Alex, cosa que puso más nervioso al caribeño.

—Entonces, si la cuarta pregunta nos lleva al siglo 17, ¿que cosa podemos hacer para que concuerden?... —Le preguntó, pero el castaño no contestó. —John, si quiera me estás...

Green [Lams]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora