Destino || ShinDeku || Omegaverse

4. El plan de Mina

-No estoy seguro de que este sea un buen plan Ashido, probablemente estemos quebrantando veinte reglas

-Tonterias -respondió la chica- Cualquier cosa que nos acerque a tu omega es un buen plan.

Hitoshi agradecía a su amiga por el apoyo, sin embargo cuestionaba sus métodos para obtener información y es que colarse a la oficina del director, dormir a una secretaria y forzar dos cerraduras para obtener los datos personales de Midoriya seguro era un plan muy extremista.

-Aun creo que es mejor preguntarle a alguno de sus amigos...

-¿Sabes quiénes son sus amigos? No y aunque lo supieras dudo mucho que te dieran toda esa información sin conocerte, no podemos perder más tiempo -se detuvo un momento con su monólogo para mirar de nuevo por la ventanilla en la pared- Como te decía, ya han pasado dos días desde que volviste y no encontramos a Midoriya por ningún lado, fuimos pacientes pero el tiempo se agota, es probable que ese chico este igual o aún más devastado que tú...

-¿Y poner en riesgo nuestra educación académica robando información privada es la mejor opción que tenemos?

-El fin justifica los medios -sonrió ella- Además, nos ahorraremos días de búsqueda en solo diez minutos.

Hitoshi suspiró, sabía que no estaba obligado a hacer lo que Ashido planeaba, podía levantarse, sacudir sus pantalones e irse en cuanquier momento pero su omega chillaba suplicante por quedarse; llevaba días sin dormir bien, con su omega llorando por su compañero y su aspecto en general era malo.

-¡Ya salió! Es momento Shinsō, vamos vamos -le tomó de la muñeca para correr a la puerta doble detrás de un pequeño escritorio vacío, por un momento el pelimorado se preocupó por la secretaria dormida en uno de los cubículos del baño- Vaya, una cerradura de cilindro con bomba de pera, son las más fáciles de abrir, creí que sería más difícil...

-¿Qué? -miró a la pelirosa confundido- ¿Qué fue todo eso que dijiste? ¿Cómo sabes eso?

-Oh, querido Shinsō -Ashido sacó  una ganzúa de su bolsillo- No creerás que terminé en la correccional por romper ventanas -con movimientos ágiles logró quitar el seguro de la puerta- Listo, adelante.

Aún un poco confuso siguió a la chica dentro de la oficina, había dos grandes estantes al fondo del lugar, probablemente con expedientes de alumnos.

-Jamás me contaste porque estuviste en la correccional ¿Tu robabas?

-¡Por supuesto que no Shin!

-¿Entonces cómo es que tú...? Eres experta abriendo puertas.

-Era parte de una especie de pandilla, pero no hacíamos nada malo, bueno, sí pero no... Rescatabamos animales maltratados, entrabamos por la noche o cuando los dueños no estaban, es por eso que aprendí a forzar cerraduras y todo eso. Nos descubrieron un día y nos detuvieron, eso es todo.

-Lo siento, mi mente divagó mucho, no debí haber pensado mal de tí...

-No te preocupes, yo también lo pensaría si viera a alguien abrir la puerta como yo lo hice -compartieron una sonrisa antes de concentrarse de nuevo en la misión principal- Tu busca en ese estante y yo en este, olvida los primeros grados, debe ser de nuestra generación.

Shinsō tardó casi diez minutos en mirar todo su estante, sin embargo la mayoría de archivos pertenecían a generaciones menores, lo que significa que su archivo estaba en el lado de Ashido.

-¿Lo encontraste? -preguntó a la chica, quien había sacado una carpeta y se dedicaba a leerla- ¿Ashido?

-¿Crees que este mal conseguir ilegalmente el número de Todoroki Shōto?