10. Marca

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No había más ruido que sus respiraciones; Izuku tenía el corazón acelerado y respiraba entrecortado, frente a él, Katsuki se limpiaba el sudor que corría por su frente con el dorso de la mano.
Llevaban dando vueltas al rededor del sofá durante un rato, en alguna clase de persecusión depredador-presa. Pero Izuku se negaba a perder, aún tenía fuerzas para resistirse.

Habían pasado siete semanas desde el juicio y desde el primer día Izuku se había encerrado en su habitación (con un gran número de comida enlatada) había luchado por mantenerse entero y demostrarle a sus padres que no era necesario forzar un enlace con Kacchan, sin embargo los días seguían pasando, sin noticias de Hitoshi y eso solo aumentaba su ansiedad.
Su plan era bueno; alimentarse a base de comida enlatada (salía en las noches a la cocina por la comida que Aizawa preparaba), dormir un mínimo de seis horas diarias y existir hasta que tuviera buenas noticias de Hitoshi.

Su madre lo visitó tal vez dos veces en la última semana, solo para firmar acuerdos con Aizawa y desearle suerte. Le había dado una caja forrada en papel morado, según la beta un regalo de disculpa, pero se había negado a abrirlo. No hubo muchos encuentros después de eso, estaba molesto con ella, con sus padrinos, con Kacchan y el padre de Hitoshi. Estaba molesto con todo el mundo.

Había creído ilusamente que sus padres se habían dado por vencidos y aceptado sus acciones; sin embargo ese día, al sentir el escalofrío que le recorrió la espalda y revisar la fecha de su calendario entendió porque Aizawa había esperado tanto y ahora tocaba fuerte a su puerta, con el olor de Katsuki a su lado.
Lo habían sacado de su habitación y sentado en la sala, Aizawa estaba decaído y se disculpaba cada cierto tiempo mientras recogía sus supresores.
Cuando salió de la casa y los dejó solos, Katsuki solo bufó diciendo
"Hagamos esto rápido" y avanzó hacia él.

Izuku corrió detrás del sillón siendo seguido por el alfa. Así durante casi quince minutos.

-Por un demonio, detente de una vez Deku. Necesito decirte algo.

-¡No lo haré! Déjame en paz. Vete.

-Por sino te has dado cuenta genio, la puerta está cerrada y seguro nuestros padres están en el pasillo esperando. No puedo irme a la mierda aunque quiera.

-¡Entonces déjame ir a mi habitación! Dile que huí y no pudiste entrar.

Katsuki se revolvió el cabello frustrado y sacó un pequeño llavero de su bolsillo. Se había metido en eso por voluntad propia pero ahora, sin querer realmente estar ahí, no tenía más opciones.

-Tengo las llaves de cada puta puerta en esta casa, Aizawa se aseguró de que no pudieras huir.

Aprovechando su distracción con las llaves saltó el sofá y lo tomó del brazo antes de que pudiera huir de nuevo.

-¡Suéltame! ¡Me iré por la ventana!

-¿Eres idiota? Estamos en un tercer piso. Solo deja de ser un maldito tonto y escúchame.

-Voy a saltar por la ventana ¡Saltaré! Prefiero estar en el hospital que aquí contigo.

-¡¿Ah?! ¡Vete a la mierda Deku! -su característico ceño enojado apareció- ¡Cómo si alguno de nosotros quisiera estar aquí!

-¡Pues tú pareces muy decidido haciendo esto!

-¡Porque lo prometí!

-¡¿Y a quien se lo prometiste?! ¡Yo no recuerdo haberte pedido que me marcaras!

-¡Ya sé que no me lo pediste tu!

La mano alrededor de su brazo lo soltó y Katsuki retrocedió dos pasos. No lo miraba directamente pero sus facciones se habían suavizado.

Destino || ShinDeku || OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora