Capitulo 18

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—¿Ahora pasas el rato aquí? —Nick empujó su carrito de biblioteca hacia su mesa.

—Sólo trato de escribir —dijo Cath, cerrando su portátil antes de que él empezara a mirar la pantalla.

—¿Trabajando en el proyecto final? —Se sentó en la silla a su lado y trató de abrir la computadora. Ella puso su brazo en la parte de arriba—. ¿Ya has decidido qué dirección tomar? —preguntó.

—Síp —dijo Cath—. Muchas direcciones.

Él frunció el ceño por un segundo, luego sacudió la cabeza.

—No estoy preocupado por ti. Puedes escribir diez mil palabras mientras duermes.

Prácticamente podía. Ella había escrito diez mil palabras de Carry On la noche anterior. Sus muñecas realmente dolían al día siguiente.

—¿Qué hay de ti? —preguntó—. ¿Terminaste?

—Casi. Bueno... Tengo una idea. —Él le sonrió. Era una de esas sonrisas que le hizo pensar que podría estar coqueteando.

Sonreír es confuso, pensó. Es por eso que no lo hago.

—Creo que voy a volver a mi historia de anti-amor. —Levantó sus cejas de Muppet y estiró el labio superior a través de sus dientes.

Cath sintió que su boca se abría y la cerró. —¿La historia? ¿Como... la historia en la que hemos estado trabajando?

—Sí —dijo Nick con entusiasmo, alzando las cejas de nuevo—. Quiero decir, al principio pensé que era demasiado frívola. Se supone que una historia corta es acerca de algo. Pero como tú siempre dices, es acerca de dos personas que se enamoran, ¿qué podría ser más grande que eso? Y hemos trabajado lo suficiente, creo que está lista. —Empujó con su codo el de ella y tocó sus dientes con la punta de su lengua. La miró a los ojos—. Entonces, ¿qué te parece? Es una buena idea, ¿verdad?

Cath cerró la boca de nuevo. —Es... es sólo que... —Miró hacia la mesa, donde por lo general se encontraba el portátil—. Trabajamos en esto juntos.

—Cath… —dijo. Como si estuviera decepcionado de ella —. ¿Qué estás tratando de decir?

—Bueno, la llamas tu historia.

—Tú la llamaste de esa manera —dijo, interrumpiéndola—. Siempre estás diciendo que te sientes más como una editora que como una co-escritora.

—Te estaba tomando el pelo.

—¿Me estás tomando el pelo ahora? No puedo decirlo.

Ella miró a su cara. Parecía impaciente. Y defraudado. Como si Cath le estuviera fallando.

—¿Podemos ser honestos? —preguntó él. No esperó a que ella respondiera—. Esta historia fue mi idea. Yo la empecé. Soy el único que trabaja en ella fuera de la biblioteca. Te agradezco toda tu ayuda, eres una editora genio, y tienes un montón de potencial, pero ¿de verdad crees que es tu historia?

—No —dijo Cath—. Por supuesto que no. —Sintió que su voz se volvía un gemido—. Pero estábamos escribiendo juntos. Al igual que Lennon y McCartney…

—John Lennon y Paul McCartney han dicho varias veces que escribían sus canciones por separado, y luego se las mostraban el uno al otro. ¿Realmente crees que John Lennon escribió la mitad de Yesterday? ¿Crees que Paul McCartney escribió Revolution? No seas ingenua.

Cath apretó los puños sobre el regazo.

—Mira —dijo Nick, sonriendo como si estuviera forzándose a hacerlo—. Realmente aprecio todo lo que has hecho. En serio me llegaste, como artista, de una forma que nunca nadie ha logrado. Eres mi mejor caja de resonancia. Y quiero que sigamos mostrándonos entre nosotros nuestras cosas. No quiero sentir que, si te ofrezco una sugerencia, me pertenece. O viceversa.

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