CAPITULO 10 FANTASÍA REALIZADA

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Betty llega a Ecomoda y no hay nadie, solo esta Wilson haciendo la ronda.

Wilson: Buenas noches Doña Betty.

B: Wilson dígame Betty, como siempre.

W: Pero usted ahora es la esposa de uno de los dueños Doctora.

B: Sí Wilson, pero yo sigo siento la misma persona que ha visto durante todo este tiempo.

W: Compréndame Betty, no quiero que me corran de mi puesto por ser irrespetuoso con usted. Su estatus ahora es otro.

B: Tiene razón Wilson, no lo había pensado. Bueno podemos hacer una cosa, cuando Armando o mis suegros estén delante me llama Doña Betty. ¡Suena tan raro! Y cuando vaya sola y con mis amigas me dice Betty.

W: De acuerdo Doctora.

B: Así también puede llamarme y nos ahorramos el Doña. Y no me esta faltando el respeto al decirme así.

W: Como usted diga Doctora.

B: Wilson voy a presidencia, Armando me esta esperando. -Wilson abre la puerta de Ecomoda, para que ella pase.-

Armando esta revisando unos papeles, cuando entra Betty en presidencia.

B: Hola mi amor. ¿Terminaste? -Armando levanta la vista y se le queda mirando con cara de bobo enamorado.-

A: Si Betty, ya acabe. ¿Qué tal ese tercer grado?

B: Bien, les conté ciertas verdades y omití otras. -Armando se acerca a Betty.-

Armando con cara de pícaro: ¿Y ahora me va a cumplir la promesa qué me hizo esta mañana Señora de Mendoza?

B: ¡Oh Armando! No tienes remedio.

A: Me lo prometiste. -La besa apasionadamente.-

B: Esta bien Armando, pero cierra las puertas de presidencia, Wilson esta aquí.

A: A la orden princesa. -Dice riéndose, mientras cierra las puertas.-

Armando la vuelve a besar y ella le pasa los brazos alrededor de su nuca, devolviéndole el beso. Siguen besándose durante un rato y Armando la lleva junto a su mesa. Él se sienta en su sillón de oficina.

A: Betty quédate de pie a mi lado.

B: Como desees mi amor.

Él empieza a acariciar sus piernas, subiendo por sus muslos, hasta llegar a su feminidad, le acaricia el clítoris suavemente y luego comprueba la humedad de su vagina. Betty no para de gemir y temblar ante las caricias de Armando. Él le sube la falda hasta la cintura y le baja las bragas de encaje, la sienta al borde de la mesa y se le queda mirando lo humedad que tiene la vulva, esto lo enloquece y se acerca ansioso a lamerle el clítoris y la vagina. En la ofician solo se oye los gemidos de Betty, mientras Armando la lame, succiona y muerde su clítoris. Temblores y corrientes eléctricas aumentan en el cuerpo de Betty. Armando mete su lengua en su vagina y succiona su néctar, esta que ya no puede más, se levanta, se baja los pantalones junto con los boxers y se introduce lentamente en Betty.

A: Mirame Betty. -Le dice mientras la penetra lentamente.- Betty no aparta la mirada de sus ojos, están llenos de deseo, placer y lujuria.-

Armando empieza con movimientos lentos, haciendo que Betty se desespere.

B: Más rápido Armando.

A: Tranquila, disfrutemos un poco, mi vida.

Armando comienza a moverse un poco más rápido hasta que se descontrola y la embiste cada vez más fuerte.

B:Si, si, así Armando.

A: Mi amor te amo.

B: Armandoooo te amooooo

A: Bettyyyyyy.

Los dos llegan a un potente orgasmo, se quedan abrazados unos minutos.

A: ¿Te gusto mi amor?

B: Si Armando. ¿De vedad soñaste esto conmigo?

A: ¡O si mi amor! Aunque no ibas tan elegante y provocativamente vestida.

B: Eres un pervertido Armando Mendoza.

A:Contigo no puedo evitarlo señora Mendoza. -Se arreglan y se marchan a casa.-

Mujer con fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora