GIVEN "STEREK"

Capítulo 2: Aquí no pasa nada

Al siguiente día en la preparatoria Stiles se encontraba algo tenso, antes de que se dirigiera a su aula fue interceptado por la persona con la que menos quería encontrarse.– Stiles! ¡Qué bueno que te encuentro! Necesitamos hablar.–

– No, no tenemos nada que hablar...– terminó tajante dirigiéndose a su clase.

– Pero Stil–

– ¡HE DICHO QUE NO!– Encaró Stiles mientras se iba siendo observado por sus amigos a lo lejos.

El rubio ojiverde al no tener de otra se fue a su respectiva clase cabizbajo pero no dispuesto a rendirse.

El resto de la jornada Stiles no tuvo inconvenientes lo cual agradece y el tiempo pasó hasta la hora de salida, mientras el castaño se encontraba dirigiéndose a la salida sintió que la gente susurraba a sus espaldas.– Qué están hablando.– dijo en su mente.

– Están rumoreando acerca de la escenita que hiciste con el chico nuevo.– Comentó Lydia con un toque de curiosidad, al parecer de nuevo dijo lo que pensaba sin darse cuenta.

– Ya hasta comentan que vieron al chico pidiendo tu número, en serio Stilinski ¿tú y ese tipo que se traen?– Comentó Jackson apareciendo de la nada junto con los demás.

– Yo no me traigo nada con él.– Dijo el castaño estando un poco a la defensiva.

– Hasta aquí se escucha que mientes ¡ya dinos Batman! No nos dejes con las dudas.– Presionó Erika.

Al sentirse acorralado el castaño solo atinó a responder.– Ya dije que no me traigo nada con él, además no estoy de humor para hablar de eso.– Hablo con un toque de fastidio.– Me voy, tengo cosas que hacer en casa, adiós.– Luego de decir eso el castaño se dirigió a su auto. No era necesario ser un hombre lobo para saber que el castaño estaba excusándose y tratando de huir del tema.

Mientras el castaño se encontraba manejando decidió poner la radio para tranquilizarse un poco, pasaron los minutos y mientras el de lunares se encontraba tarareando una canción cualquiera un pequeño soneto le hizo detenerse rápidamente y aparcar, ese pequeño fragmento le hizo recordar a un peculiar tarareo que tenía grabado en su memoria.

En un bosque se escuchaba el dulce tarareo de una joven pelirroja de aproximadamente 13 años sentada en un tronco junto a un muchacho de piel de lunares quien se encontraba grabando esa dulce melodía sin que ella se diera cuenta.

Stiles decidió esperar hasta encontrarse más calmando, unos minutos después este decidió arrancar el jeep para irse fingiendo que no pasó nada, sin saber que a lo lejos le observaba un azabache ojiverde que se preguntaba qué le estaba pasando al castaño.

~*~

En la noche mientras el castaño se encontraba cenando junto a su padre éste comenzó su cuestionamiento.– Stiles, hijo. Me he enterado que ayer te fuiste de la preparatoria muy temprano y te saltaste algunas clases, ¿me podrías explicar por qué te fuiste así de repente?– el adulto recibió una mirada sorprendida del menor.

– ¿Cómo te enteraste de eso?– preguntó el castaño sorprendido.

– Digamos que un oficial que patrullaba por la zona te vio saliendo de la preparatoria muy apurado.– Comentó con un tono presuntuoso el Sheriff.– Pero no cambies de tema chico, quiero que me expliques el porqué, no eres de los que se van de la preparatoria así como así.– Increpó con seriedad observando fija y severamente a su hijo.

– Ummm... La verdad papá no quiero hablar de eso, pero no te preocupes, no lo volveré a hacer.– Sentenció el menor.

– Stiles...– advirtió el Sheriff.