Sailor Moon y sus personajes no me pertenecen, pero sí esta historia. Me inspiré sutilmente en la película "The Holiday", pero todo el contenido escrito, diálogos y trama es de mi autoría. Esta NO es una adaptación.
1.
Vidas opuestas
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Manhattan, New York, EU
Una chica rubia y delgada de veinticuatro años dio su tercera pose revoltosa en la cama. Acomodó una de sus largas y blancas piernas de modo muy poco decoroso y se tapó con su edredón blanco como la nieve. Dentro de su bolso Fendi, su celular no dejaba de sonar desde hacía media hora, pero ella lo ignoraba y luego volvía a quedarse dormida. Cuando el teléfono fijo de su cuarto empezó a escandalizar también, bufó y se tapó con uno de los almohadones de plumas. Qué fastidio tenía la gente de siempre irrumpir su sueño. Y ella no era una gente normal si no la dejaban dormir sus reglamentarias diez horas diarias. Mínimo.
—Minako —se oyó en la contestadora —. Ya sé que estás ahí. Sé que anoche llegaste a las 4:00 AM, lo vi en Instagram. ¡Sí, también la competencia de chupitos! Sé que te pusiste una joda de aquéllas y que ahora mismo me haces una seña obscena.
Mina escondió la mano entre las sábanas.
—Y también sé —continuó regañándola la voz —. Que no te presentaste al desfile de Marc Jacobs a pesar de que te lo confirmé la semana pasada. Mira, ya sé que tu vida personal no es mi asunto, pero si vas a empezar a afectarnos a todos, sería mejor que te buscases otra manager... una que sepa meditar, o tome más Xanax. Yo ya no puedo contigo. Sólo llamé para extenderte mi ren...
La chica rubia se enderezó asustada, se sacó el antifaz acolchonado que le impedía que sus ojos captasen la luz y medio ciega y torpe, gateó por la enorme cama enfundada en seda y atendió la bocina con voz graznada.
—Haruka.
—¡Ajá, así que sí estabas! —gritó la otra mujer. Una elegante rubia de aspecto andrógino y sofisticado.—¿Cómo? ¿Me pusiste una trampa? —preguntó con el ceño fruncido.
—He tenido que aprender muchas de tus mañas si quiero sobrevivir a ti y tu mundo, Minako. Ahora, levanta ése culito caro que tienes, ven y ábreme la puerta, que ya estoy en el elevador.
Minako balbuceó maldiciones inteligibles, mientras ponía los ojos en blanco.
—Ahora —repitió Haruka, y le colgó.
Mina se quedó mirando la bocina, recelosa. De acuerdo, sí había pasado toda la noche en un club nocturno muy famoso de la ciudad. Un amigo la llevó a cenar y llevó a otro amigo, y ése a otro... y todos terminaron en una de ésas fiestas privadas casi hasta el amanecer. No solía comportarse así, pero ya estaba desesperada por evadirse un rato. No quería sentir nada, pues sentir, en estos momentos, le ocasionaba un profundo dolor...
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Un amor de intercambio
FanfictionUsagi y Minako tienen vidas totalmente distintas pero tienen algo en común: ambas tienen el corazón roto, y quieren huir para olvidar. Así que durante las fiestas navideñas intercambian lugares sin saber que el verdadero amor también podría estar ag...