ATARDECER

Capitulo 7

A la mañana siguiente Fluke se despertó un poco desorientado, pero al recordar todo lo que vivió la noche anterior no pudo evitar ruborizarse, al pensar en lo tierno y considerado que había sido Ohm con él; se acurruco más contra su cuerpo sintiendo su aroma a chocolate.

Estuvo en una posición unos minutos, sopesando todo lo sucedido y tocando de vez en cuando la marca que ahora descansaba a un lado de su cuello, y que demostraba que ahora le pertenecía a su esposo, estaba perdido en sus pensamientos hasta que el alfa se removió.

Alzo su mirada y se dio cuenta, que este lo observaba con un brillo en los ojos y una sonrisa de felicidad que le quito el aliento, al ver todo eso y como este se lo comía con la mirada al encontrarse ambos todavía desnudos, no pudo más y desvió la mirada.

-No tienes por qué volverte tímido- dijo Ohm mientras le tomaba la barbilla y hacia que lo volviera a mirar-Eres mi esposo y es normal que te vea, esta no será la única vez que vea tu cuerpo desnudo- agrego el pelinegro a lo que el omega no pudo más que asentir y decir:

-Lo que pasa es que todo esto es nuevo para mí, nunca había tenido a alguien que centrara toda su atención en mi persona.

-Pues de ahora en adelante lo tienes; ¿Cómo te sientes?- le pregunto nuevamente el alfa acariciando sus piernas logrando que se tensara.

-Me siento bien... solo me duele un poco- hablo el castaño cuando sintió un pequeño malestar al moverse.

-Ya se te pasara- le contesto Ohm mientras lo besaba y le decía que lo amaba.

Fluke lo único que hizo fue sonreír, sin saber que decir, en esos momentos sus sentimientos estaban muy confusos, por lo que no se extrañó cuando escucho nuevamente al pelinegro diciéndole:

-Yo sé, que tú aun no compartes los mismos sentimientos, pero te prometo que me esforzare para conquistarte y hacer que tú también me ames.

El omega solo pudo sonreír y llenarlo de besos pensando que había sido acertado haberse casado con él, porque en esos momentos él se sentía amado y cuidado.

Para Ohm, tenerlo entre sus brazos era muy placentero, el solo sentir su piel lo hacía pensar que por fin podía dejar de ocultar sus sentimientos y exteriorizarlos, pero solo con él, con su amor, su esposo; que bien se sentía esa palabra en sus labios, ni en sus más locos sueños pensó que se encontraría en esa posición; amo hacerle el amor la noche anterior, y despertar viéndolo pegado a él fue lo mejor.

-¿Qué quieres hacer hoy?- pregunto el omega mientras lo miraba a los ojos.

-¿Qué te parece si vamos de compras?- contesto con otra pregunta el alfa, ya que quería salir y que su hermoso esposo escogiera las cosas que hacían falta para terminar de decorar su nuevo hogar.

-Eso me gustaría- dijo Fluke feliz.

-Entonces vamos a bañarnos- el castaño se ruborizo ante esta declaración haciendo que el alfa riera y dijera: - ¿Por qué te ruborizas?, ya te he visto no hay nada de qué avergonzarse, pero si no quieres...

-Vamos- fue la única palabra que pronuncio Fluke para verse en brazos de su esposo quien sin perder el tiempo lo llevaba al baño.

-¡Ohm yo puedo caminar!- exclamo el omega avergonzado de que lo llevaran en brazos.

-Lo sé, pero yo quiero cargarte, sabes hoy solo disfrutaremos de nosotros dos, saldremos de compras y pasaremos un gran día, pero mañana te llevare al hospital, ya es tiempo de que empieces a tratarte- declaro Ohm haciendo que a Fluke se le soltaran algunas lágrimas de felicidad.

Ya en el baño entraron a la ducha, y empezaron a besarse mientras el agua los cubría; ambos estaban excitados, y es que el omega encendía al alfa con solo observarlo; el pelinegro se separó un poco y pudo ver como su cabello húmedo se apegaba a su cabeza resbalando grandes gotas de agua a lo largo de su cuerpo, sus labios estaban hinchados de tanto besarlos.