Capítulo 8

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Después de un gratificante y buen almuerzo Fluke se encontraba muy contento con todo lo que habían hecho en ese día, aunque ya empezaba a sentir un poco de cansancio, no quería dar por terminado ese maravilloso día que estaba viviendo junto a su nuevo esposo, que en todo momento no había dejado de demostrarle cuanto lo quería, por lo cual pregunto: -¿A dónde vamos ahora?

-Nos vamos a casa- respondió Ohm a lo que el omega lo miró desilusionado en intento decir –Pero si...

-No creas que no me he dado cuenta que ya estás un poco fatigado- le interrumpió el alfa –Así que lo mejor es que nos vayamos a casa para que te recuestes un rato.

Y Fluke solo pudo asentir cabizbajo sabiendo que el pelinegro tenía razón, pero aun así le molestaba no estar del todo bien, y aun estar recuperándose de su última recaída.

-No te molestes conmigo, no me gusta verte triste- le dijo Ohm mientras tomaba el rostro del omega para que lo mirara a los ojos.

-Es que me pone triste que tengamos que irnos solo porque yo ya estoy un poco cansado, me gustaría seguir observando tiendas contigo- respondió el castaño con un pequeño puchero.

-Lo sé, pero no es sano que te canses demasiado, ya verás que después que te pongas en tratamiento podrás hacer muchas cosas- respondió el pelinegro mientras se colocaba de pie y llegaba a su lado para darle un abrazo.

-Gracias, por estar aquí para mi Ohm, no sé qué hubiera sido de mí, sino me hubieses encontrado esa tarde en el bosque- agrego el omega mientras inhalaba el aroma del alfa.

Posterior a esta declaración, y estar un rato más abrazados disfrutando del momento Ohm pidió la cuenta, la cual pago para luego salir del establecimiento y caminar las pocas cuadras que los separaba del auto, bajo la atenta mirada de los presentes quienes no podían creer que el frio alfa se mostrara tan cariñoso en público con un omega.

Y por supuesto Ohm cargaba todas las bolsas, esperando que las cosas más grandes que habían comprado ya estuvieran siendo entregadas en su casa, en el camino de regreso se encontraron con un alegre Prem, que no perdió el tiempo y se acercó a saludar.

-¡Hola chicos!

Fluke lo saludó inmediatamente con un abrazo, mientras que el alfa solo le otorgó un asentimiento, y es que los dos omegas habían sido amigos durante su estadía en el colegio, pero después habían perdido un poco el contacto gracias al padre del castaño.

-¿Cómo están?, ¿Es verdad que se casaron ayer?- pregunto Prem con una sonrisa

-Estoy bien, y si es verdad, ayer fue nuestro matrimonio- respondió Fluke con una sonrisa más grande.

-¡Oh!, ¡Me alegro por ustedes!, aunque no sabía que salían- dijo un emocionado Prem que estaba contento que por fin el castaño se había librado del yugo de su padre.

-Si nadie sabía, que nosotros nos veíamos, pero ya es tarde y tengo que llevar a Fluke a descansar, estamos viviendo en la mansión Thitiwat cuando quieras puedes ir a visitarlo- intervino el pelinegro queriendo dar por terminado ese encuentro y llevar a su hermoso esposo a casa.

-Por supuesto, allí estaré Fluke tu yo tenemos mucho con lo que ponernos al día- añadió Prem despidiéndose de la pareja.

Cuando por fin llegaron a su hogar ya eran las tres de la tarde, y Sammy ya había recibido los paquetes con las cosas que habían comprado; Ohm le dijo que después se encargarían de distribuirlas en los lugares correspondientes, antes de llevarse a Fluke directo a la habitación, en donde dejo las bolsas cerca del vestidor, y dirigirlos al baño para tener una ducha tranquila, luego se colocaron sus pijamas y se acostaron en la cama abrazados, aspirando el aroma del contrario para rendirse al cansancio y dormirse por el resto de la tarde.

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