-¿Se puede?- escuché detrás de la puerta
-Adelante- hablé cerrando mi libreta
-¿Qué hacías?- entró a la habitación Cate
-Me siento mejor, muchas gracias por preguntar- le respondí sonriendo- ¿Y Hanna?
-Está con Odette- me respondió entrando a la habitación y sentándose en el sofá
-¿Cómo que está con Odette?, ¿Por qué?, ella no debe cuidar a la niña... demasiado ha hecho con ayudarnos estas semana- respondí molesta
-Tranquila Sarah, ella se ofreció a cuidarla un rato mientras hacia las labores de la casa y la comida.
-Lo siento, es sólo que... prefiero que no le des esas cargas a Odette, demasiado tiene con el ballet, la escuela para que la haga de niñera- respondí más calmada
-Me alegro que estés recuperándote, estos días que he estado contigo me he sentido muy bien. Extrañaba poder estar junto a ti y verte todos los días.
-Ha sido un poco extraño, me estaba acostumbrando a la vida solitaria y tenerte aquí remueve muchas cosas dentro de mí.
-El otro día estaba recordando nuestra boda, ¿Te acuerdas como saliste con tu vestido blanco y sudando de los nervios?
-Nunca lo olvidaré, nunca antes me había sentido tan nerviosa como ese día. Te veías preciosa, creo que nunca antes te habías visto tan bonita como en ese momento en que dijiste "Si, acepto".
-¿Qué nos pasó Cate?, ¿En qué momento caímos en esto?
-No lo sé, no sé qué fue lo que te faltó a mi lado... ¿Por qué lo hiciste?, ¿Por qué te acostaste con ella?- le pregunté mirándola a los ojos
-No me faltaba nada a tu lado, lo tenía todo pero fui una tonta que no pensó. Sentí una emoción que hace mucho no sentía, quise sentirme joven, quise verla, cuando estaba ahí y me besó todo se borró de mi mente.
Nunca fue porque no te amara y no te quisiera, fue un impulso, un error y una tontería... la peor de mi vida, pero eso no quita el hecho de que te ame y sigas siendo el amor de mi vida. A veces pienso que no podemos terminar esta historia que comenzamos a escribir desde los 17 años. No podemos dejarnos ir así de fácil.
Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas y un nudo se formó en mi garganta.
-No lo sé, no puedo perdonar que hayas hecho lo que hiciste conmigo. ¿Sabes cuantas veces pude serte infiel?, fueron muchas pero no lo hice porque te amaba.
-¿Me amabas?, ¿eso quiere decir que ya no me amas?- ella comenzó a llorar
-No es eso, aún te amo pero no he podido perdonar lo que hiciste. Ven y siéntate aquí frente a mí.
Ella se levantó y se sentó en la cama frente a mí, con su cara gacha por sus mejillas seguían corriendo lágrimas mientras se aguantaba no explotar en llanto.
-Te sigo amando pero debes comprender que esto no es sencillo, a veces el amor no lo es todo y la falta de confianza puede separar incluso al amor más fuerte y sincero.
-Todos cometemos errores Sarah y créeme que yo cometí uno. No pensé en lo que pasaría y sólo fui una inmadura en ese momento y por eso me duele todo lo que está ocurriendo.
-No llores Cate, nunca me ha gustado verte llorar- le tomé el rostro y con mis dedos pulgares limpié sus lágrimas- No estoy preparada para regresar contigo, pues sé que si lo hago me la pasaría reclamándote tu traición, pelearíamos la mayor parte del tiempo, nos convertiríamos en una pareja toxica y no seriamos felices.
-Por favor piénsalo, no quiero perderte
Las dos nos abrazamos y nos recostamos en la cama mientras ella seguía llorando. Su frente estaba a la altura de mis labios y como si fuera una fuerza interna le di un beso delicado en su frente.
-Te quiero Cate, calma no llores- susurré
La dos nos quedamos abrazadas hasta que el sueño nos ganó, nos quedamos abrazadas como aquellos viejos tiempos en los que llegábamos de trabajar y sólo queríamos dormir. Fue la misma posición en la que Cate me abrazaba para calmar mi estado de humor antes de que naciera Hanna.
Fue la misma posición en la cual me abrazó cuando mi madre murió y después de enterrarla la única persona que estuvo todo el tiempo conmigo fue ella.
¿Cómo olvidas todos esos momentos?, ¿Cómo te sacas de la memoria todas las cosas buenas?, ¿Cómo dejas ir al amor de tu vida?
-Disculpen interrumpir- una voz nos despertó después de 1 siesta de una hora, ambas nos levantamos y vimos parada frente a nosotros a Hanna y Odette.
-Odette perdón, nos quedamos completamente dormidas- Cate se levantó y caminó hacia ella, tomó a Hanna entre sus manos y le sonrió a la niña
Odette me miró con tristeza tratando de aguantarse las ganas de llorar.
-Te agradezco mucho que pudieras cuidar a mi niña, si quieres ya puedes irte a casa yo la seguiré cuidando- Cate la miró sonriendo
-Sí, ya me voy tengo algunas cosas que hacer- respondió
- Odette, ce n'est pas ce que tu penses- respondí nerviosa
-¿Qué dijiste?- preguntó Cate
-Nada Miss Blanchett, me agradeció el haber cuidado a Hanna. Qu'à cela ne tienne, à bientôt au théâtre. Récupérez rapidement.- Odette salió del departamento rápidamente
-¿Por qué se hablan en francés?, podrían decirlo todo en inglés y así yo también lo entendería- habló Cate un poco molesta
-No importa, puedes irte a casa con Nila, ya pasaron las dos semanas y me encuentro mejor. Incluso ya podré ir a trabajar no es necesario que te quedes aquí.
-No señorita, por el día de hoy me quedaré hasta tarde para supervisarla- Cate salió de la habitación dejándome sola
Desbloqueé mi teléfono celular y le mandé un mensaje
"Tenemos que hablar"
Aguardé en espera de su contestación por aproximadamente media hora pero el mensaje ni siquiera le llegó, ingresé a Instagram y ahí vi una foto de ella y Cecile en lo que parecía ser un cine. Ambas tomaban en su mano un refresco, en la mesa había un paquete de palomitas, las dos sonreían felices.
No pude evitar sentir celos al mirarlas juntas, una sensación de ira y de impotencia recorrió cada parte de mi ser. Quería salir en ese preciso momento hacia donde estuviera y explicarle a Odette que no había pasado nada entre Cate y yo.
Pero al menos en ese momento no podría hacer nada, tendría que esperar hasta el día de mañana que pudiera salir y Cate no estuviera conmigo.
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La Joven Bailarina "Le Jeune Danseur" (Atracción prohibida Pt. 2)
FanficDespués de enterarse de la infidelidad de su mujer Sarah Paulson se encuentra en un dilema sobre ¿Qué tiene que hacer? Llena de dudas y pasando por una crisis matrimonial conoce a una joven bailarina francesa que ingresa a su compañía de danza.