Le nouveau professeur

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-Bien chicas, pueden ir a cambiarse y luego irse a casa. Lo hicieron excelente y para ser el primer día debo decir que estoy muy satisfecha, hay que seguir así - dije aplaudiendo
-Gracias Srita. Paulson - respondieron al unisono
Cada una de las chicas caminó hacia atrás del escenario donde se encontraban los camerinos.
-Odette, ¿Puedes venir por favor?- pregunté con voz alta
Ella bajó las escaleras del escenario y caminó hacia mi
-Digame Miss Paulson, ¿Qué sucede?- me preguntó con una sonrisa
-Puedes decirme Sarah, recuerdalo- le respondí sonriendo
-Disculpe por favor, a veces lo olvido- contestó sonrojada
-No pasa nada, verás Odette tengo una propuesta para ti. He visto tu desempeño como bailarina y pienso que tienes muchísimo talento, cómo te comentaba la vez pasada en la escuela de mi mujer están solicitando una nueva maestra.
¿Quisiera saber si te interesaría enseñar en la escuela?, no tendrías inconveniente con los ensayos ya que las clases son en la mañana y no intervendría con tus ensayos.-hablé con semblante serio y atenta a los gestos de Odette
-¿De verdad?, ¿Es enserio?, Dios mío Sarah, me encantaría.. no puedo creerlo de verdad gracias por considerarme, estoy muy emocionada- ella respondió con una gran sonrisa y clara emoción en su mirada
-El día de mañana me gustaría que pudieras ir a la escuela a una entrevista con Cate, ella es la directora del lugar.
-Claro que sí, encantada. Mañana a primera hora estaré en la escuela para que se me haga la entrevista
-Buenos me parece perfecto, yo le comento a Cate que mañana te espere, gracias.
-Al contrario gracias a usted- me respondió sonriendo y con emoción se abalanzó sobre mi y me dió un abrazo
Mi corazón latió fuertemente y los nervios se apoderaron de mi, no supe que hacer o decir sólo me quedé inmóvil
-Disculpe Sarah, me emocioné demasiado. En Francia somos muy afectivos y estamos acostumbrados a ser así... Una disculpa
-Para nada, no pasa nada. Sé a la perfección eso, es sólo que hace años que deje París y había olvidado las muestras de afecto- respondí riendo nerviosa
-Buenos pues entonces me voy, si no se hará más tarde y debo de preparar todo para la entevista, gracias- ella se alejó aún sonriendo
-Espera Odette- interrumpí mirándola caminar
-¿Si? Diga...- se volteo a verme
-Yo también ha voy a casa, es tarde y el las calles ya están oscuras. Si gustas puedo pasarte a dejar en mi auto.
-¿Segura? Que pena me da con usted... Perdón... Contigo- soltó una risita juguetona- me has ayudado tanto que no sé cómo pagarlo
-No tienes por qué pagarme, sólo da lo mejor de tí en esta puesta en escena y con eso me conformo. Te espero afuera- le respondí mirándola a los ojos
Tomé mis cosas, me puse una chaqueta y salí del teatro. Abrí la cajuela de mi camioneta y metí mis bolsas.
A los pocos minutos Odette salió del teatro y corrió hacia la camioneta, abrió la puerta y entró.
-Estoy lista, perdón por tardar.
-Descuida, pues vamos.- puse en marcha la camioneta
Durante el camino platicamos de las pasiones de Odette, sus anteriores empleos, como se sentía en la compañía, que le parecían los ensayos, etc. Llegamos al edificio donde estaba mi departamento y estacioné la camioneta fuera de la entrada.
-Le agradezco tanto que me haya traído, sé que ya es tarde y tiene que llegar a su casa pero algún día me gustaría invitarla a tomar un café o una copa de vino. Me encantaría que pudiera observar como acomode las cosas en el departamento.
Me quedé callada durante unos minutos mirándola sonreír. Tenía que llegar a casa para la cena pero realmente no tenía ganas de llegar, no quería estar ahí y sólo deseaba perderme por horas.
-Sabes, mi mujer hoy no va a estar, podría pasar el día de hoy y ver los arreglos que hiciste- finalmente respondí
-De verdad?, Por supuesto entonces srita. Sarah ¿acepta tomar un café conmigo?- me dijo haciendo una reverencia
Solté una risa al observar el gesto.
-Acepto- le dije quitándome el cinturón de seguridad
Ambas bajamos del auto y subimos por el ascensor. Estábamos solas en el, teníamos que subir 6 pisos, el ambiente se tornó tenso y ambas nos quedamos calladas sin decir nada; era cómo si estuviéramos nerviosas.
Finalmente llegamos al piso 6, las puertas del ascensor se abrieron y ambas caminamos hacia el departamento. Entramos y yo me senté en la sala.
-¿Qué te ofrezco? ¿café o un poco de vino?
-Un café está bien- respondí mientras ella ponía la cafetera
-En lo que está el café quiero que vea el estudio, venga- me tomó de la mano y me llevo a la habitación.
Dentro de ella habían cientos de cosas para pintura, en las paredes colgaban cuadros de pintores famosos, Boticelli, el Greco, Velázquez, Remedios Varo, Leonora Carrington, Modigliani, etc.
-Te quedó hermoso Odette, me encantan los cuadros. Noté desde la sala que tienes muchas pinturas.
-Soy apasionada de la pintura, me encanta coleccionar cuadros.
-A mi también me gusta la pintura pero soy muy mala pintando.
-¿De verdad te gusta la pintura?, ¿Alguna vez has intentado pintar?
-Si, muchas veces cuando era joven, pero realmente no era nada bueno.
- Algún día me encantaría que vinieras al estudio y pintar algo.

La Joven Bailarina "Le Jeune Danseur" (Atracción prohibida Pt. 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora