Panadería

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No tuve opción y decidí no entrar aún, salí de nuevo, y tome la grandiosa idea de subirme al techo, me recosté y mire las estrellas, el movimiento de las nubes nocturnas. El aire acariciaba cada parte de mi cuerpo y se escuchaba el horrible caos de la ciudad, deje el tiempo fluir, mientras que me ahogaba en mis pensamientos, más tarde decidí volver a entrar y en la casa ya solo habitaba silencio. Me quité mis tenis, me puse un pantalón más cómodo, tome una toalla desmaquillante para luego pasarla por mi cara y luego dormí.

Dos días después me aceptaron en la tienda "Glamour", sinceramente no me llamaba en lo absoluto la atención como para trabajar ahí, pero realmente necesitaba un trabajo. En los dos últimos días no me eh vuelto a mensajear con Peep, pero comprendo que quizás tiene mucho trabajo.

-Ya tengo trabajo- dije llegando a la cocina donde se encontrabán James y Wendy. Ya todo estaba bien con James, la pelea se quedaría olvidada junto con las del montón.
-¡Felicidades!- dijo Wendy sonriente.
-¿Gracias?- respondí confundida.
-¿En la plaza?- Pregunto James.
-Si-
-Oye, tú papá me dijo que hace mucho no los visitas y que deberías de ir- dijo James.
-Y tú ¿qué?-
-Yo fui ayer, ¿Cómo crees que te lo estoy diciendo?-
-Agh- moví mi celular con obviedad.
-Tú papá no usa esas cosas-
-Contigo-

La noche llegó y decidí ir con mi padre y Jessy a cenar, como no me esperaban yo llevaría la cena, tome un taxi y baje en una panadería, compré los panes que se que les gustan y regrese al taxi que me esperaba, unos minutos después llegué y toque la puerta.

-¡Diana!, No te esperabamos, pasa porfavor- me recibió Jessy, ya con la pijama puesta, pase y le di un abrazo.
-¿Cómo estás?- le pregunté al soltarme de sus brazos.
-Muy bien Diana, y ahora mejor que te veo-
-¿Ya cenaron?-
-No, tu papá está preparando el café, ¿Porque?-
-Traje pan para cenar- dije con una sonrisa en la cara y moviendo la caja llena de panes.
-¡Hay que delicia!, Me leíste la mente, estabá babiando por un panesito- dijo mientras abría la caja para ver el contenido. -Vamos a qué saludes a tu papá- dijo caminando hacia la cocina a lo que yo la seguí.

-¡Mira quién está aquí!- le dijo Jessy a mí padre.
-¡Hay unos panesitos!- dijo quitándome la caja de las manos para ponerla en la mesada y acercar su rostro para oler el pan. A lo que Jessy y yo reímos.
-Que bromista- dije entre risas, entonces él voltio su cuerpo a mi dirección mientras reía y me abrazó para saludarme.

Definitivamente me encanta estar con ellos, pero solo en ratos, si estoy demasiado nos cansamos el uno del otro y ya no nos aguantamos. Esa noche vimos la película de "mi pobre angelito", película que en mi niñez me encantaba mirar con ellos, y seguimos haciéndolo, además que se acercaba la Navidad.

El tiempo se fue muy rápido, y me quedé dormida en el sillón, que novedad, mis padres me dejaron dormir ahí, ya que era algo tarde y no les gustaba que anduviera sola en la ciudad, ¡ja! si supieran.

Broken SmileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora