Broken Smile

1451 S La Cienega Blvd

Me pare del columpio y comencé a caminar a su lado mientras miraba el piso luego los otros dos hombres entrarón antes que nosotros, la casa era pequeña, y tenía sillones por todos lados, había una cocina, y al lado había un escritorio donde había un hombre.
-¿Esta es tu amiga?- le preguntó a Peep mientras yo observaba la casa, había 2 puertas abiertas y una tenía un gran almacén y otra se alcanzaba a ver una mesa y una cama desordenada, cabe destacar que apestaba ese lugar.
-Si- el hombre al escuchar la respuesta de Peep me miró a mí y comenzó a hablar.
-¿Entonces buscas trabajo?- yo dije que si con mi cabeza y mirando el piso.
-¿Tímida?- le pregunto a Peep, aunque fue más afirmación que pregunta. Yo miré a Peep a ver qué diría, pero el sólo levanto los hombros y el hombre siguió hablando. -Mira chica, aquí si entras ya no puedes salir- cuando dijo eso mi corazón se alteró y mis piernas comenzaron a temblar. -asi es el mundo de las drogas- ¡¿DROGAS QUIÉN?! en ese momento yo solo quería salir corriendo y volver a casa. -Si no quieres el trabajo, no nos podrás comprar mercancía nunca y si dices algo sobre este negoció te investigaremos y acabaremos con todo lo que tienes-
-No se preocupe, no lo quiero, y nunca diré nada- dije al no querer seguir escuchando y con una voz algo temblorosa.
-Bien- él hombre le hizo una señal a los otros dos hombres que antes salieron a buscarme y nos guiaron a la puerta.

Peep quería decirme algo pero yo me subí a mi bici y me fuí lo más rápido que pude, pero en medio camino ya no podía seguir, mis manos estaban sudando y todo mi cuerpo estaba temblando, por lo que tuve que parar en la banqueta de una avenida, me baje de la bici y me senté en una estructura medio rara a tomar aire y en eso recibo una llamada de Peep.
-¿Donde estás?- fue lo primero que dijo cuando conteste el teléfono.
-¿Qué pasa contigo? ¿Cómo me querías meter en eso?-
-No, mira, es que, ¿Dónde estás?-
-Contesta mis preguntas-
-Lo haré, pero en persona ¿Donde estás?- dí un suspiro y comencé a buscar con mi mirada alguna ubicación y vi un Seven, perfecto, podría tomar agua y comprar algo con azúcar para sentirme mejor.
-Estoy en un Seven-
-En que calle-
-1451 S La Cienega Blvd-
-Bueno pero no te vayas hasta que yo esté ahí-
-¿Vas a venir?- él colgó cuando hice esa pregunta, por lo que no creo que me haya escuchado.