Broken Smile

Alcohol

La semana llegó y yo estuve buscando trabajo tanto tiempo, que no me había dado cuenta cómo pasaron los días. Ya había descartado la idea de regresar a Colombia, ya que realmente me asustaba y no quería encontrarme con la familia de mi mamá aunque no creo que me reconozcan.

Era un viernes por la noche y decidí ir a cenar algo, pues James y Wendy siempre hacían eso, se iban a fiestas con sus amigos, y yo no iba que porque era menor cuando realmente me ganaban por 7 años. Bueno si soy un poco menor.

Salí a caminar por la playa, tal vez ya te diste cuenta, tal vez no, soy muy fan de la naturaleza principalmente de la playa, del agua, la arena, la gente feliz cuando está en el agua, se puede decir que estoy enamorada de la naturaleza.

caminando por la playa me encontré con un pequeño puesto que nunca antes había visto, así que decidí ir a ver qué es lo que hacían en ese puesto, resultaba que era una tienda de malteadas y obviamente que también malteadas estilo adulto, sabes a qué me refiero ALCOHOL. Y aunque soy adulta desde hace dos meses no me gusta el alcohol.

Decidí comprar una malteada de frutos rojos para ver si realmente eran buenas, sentándome en uno de los banquitos que tenían.
-¿Son nuevos aquí?- pregunté a un joven que estaba trabajando delante de mi.
-Así es, venimos desde Georgia, ¿Esta disfrutando de la malteada?-
-Si, está muy bien, gracias...- estaba apunto de preguntar por algún puesto libre, pero alguien llegó y me interrumpió.
-Hola, ¿No tienes de piña colada?- dijo un hombre, mientras que detrás de él había un grupo de tres hombres platicando y riendo.
-Claro que sí, ahí está la carta-dijo el chico del puesto. El otro hombre le llamó a sus amigos y se pusieron a ver la carta. Pasaron unos minutos y yo solo estaba en mi celular disfrutando mi malteada, pues honestamente estaba esperando a que esos chicos se fueran, para preguntar al chico por un puesto.

Escuché que los chicos habían hecho su pedido y esperaban a qué terminarán de prepararlo.
-¿De que es el tuyo?- pregunto uno de los chicos, mientras me daba una pequeña palmada en el hombro.
-Frutos rojos- dije mientras miraba ah este chico.
-¿Me lo recomiendas?-
-Si- dije algo seca, y levantando los hombros en señal de "me da igual".
-¡hey yo te conozco!- escuché de otro de los chicos, por lo que voltee para así poder mirarlo e identificarlo.