Broken Smile

Kennedy

El fin de semana ya había llegado, me encontraba entrando a casa de mi padre y Jessy, con algunas cajas llenas de esferas en los brazos, comenzamos a decorar mientras tomábamos rompope (aunque no tome mucho, ya que como eh dicho antes, el alcohol no es de mis bebidas preferidas) y escuchábamos villancicos, el día se fue lleno de risas y pláticas curiosas, al final terminamos platicando en el piso frente a la chimenea tomando leche con chocolate.

Al llegar a casa nosotros pusimos nuestro árbol, que aunque no es nada parecido al de mis padres también pasamos un buen momento (excepto cuando no podíamos desenredar las luces), al final del día estabá bastante cansada por lo que me fuí a dormir.

La alarma me despertó a las 7:30am del lunes, cosa que no extrañaba de tener trabajo (en realidad solo extrañaba tener mi propio dinero y comprarme lo que quiera cuando quiera) me levanté de mi cama y me mire al espejo a lo que solo pensé "parezco un zombie, como siempre" busque mis pantuflas en el piso y me las puse rápido ya que me estaba dando un poco de frío en los pies me dirijí al baño y me llene la cara de agua, en realidad no se si eso cuente cómo lavarse la cara pero me da igual, me comí unas galletas de arroz con crema de cacahuate y uvas congeladas (no trato de ser "Fit", solo fue lo primero que ví y se me antojo). Me puse un pantalón de mezclilla y una blusa blanca.

A las 9:00am ya estaba en la plaza, bastante nerviosa debo admitir, me entregaron un uniforme y me lo puse, era obvio que al ser las nueve de la mañana no iba a ver absolutamente nadie en la plaza ya que nadie va a esa hora, entonces tocó acomodar alguna ropa, cosa que me recordaba mucho a lavar platos, ya que no me daba cuenta de lo que pasaba a mi alrededor y solo dejaba a mi mente refugiarse en los rincones de mis pensamientos.

-¿Eres Diana?- Me interrumpió una voz ronca, mire a dónde provenía y se encontraba una chica sonriente.
-Hola, sí, ¿y tú eres?...-
-Kennedy, mucho gusto, si tienes alguna duda me puedes decir a mí y haré lo posible por responderla-
-Claro, muchas gracias-
-¿Cuántos años tienes?-
-21, ¿tú?-
-23, ¿Necesitas ayuda con esa caja?- señaló un cubo de cartón lleno de ropa.
-No, pero si quieres hacerla tu adelante-
-Gracias, es que llegue temprano y terminé lo mío hace rato-
-Está bien- Kennedy se fue y el resto del día fue aburrido y ocupado, así fueron todos los días, y cada día me volvía más amiga de Kennedy lo cual era genial, ya que hace poco tiempo no tenía una.

Era sábado, ya estábamos alistando todo para cerrar, yo ordenaba la ropa de un pasillo y Kennedy apareció
-Vamos de fiesta- Dijo mientras se acercaba.
-¿Fiesta?-
-¡Si! vamos-
-¿Así?- Señalé el uniforme.
-Podemos tomar ropa prestada de la tienda y mañana la devolvemos- dijo con voz baja.
-No-
-¿Por qué no?-
-No sería prudente que me vuelvan a correr, y en mi primer semana-
-Nadie se da cuenta, ya lo eh hecho y llevo trabajando aquí 8 meses, además el lunes ya cumples una semana-
-El lunes-
-Faltan dos días para eso Diana, vamos-
-Okey-, si nos descubren te mato-
-No vas a poder matarme porqué no nos van a descubrir- dijo a lo que yo solo reí un poco y volví al trabajo.