Cada año el gobierno de Estados Unidos realiza la depuración anual, para permitir a sus ciudadanos liberarse de cualquier pensamiento negativo y así purificar sus almas.
La famosa agrupación surcoreana, BTS, queda atrapada en este país y luego de u...
Desperté y un terrible dolor de cabeza comenzó a hacerse presente, mi vista poco a poco se fue acostumbrado a la luz. Miré a mi alrededor y estaba todo destruido, al parecer yo había rodado fuera de la camioneta después del impacto.
Me levanté e intenté buscar a los demás, pero solo estaba Tobias y algunos de sus hombres inconscientes. Comencé a gritar los nombres de los chicos y no había señal de ninguno, me acerqué a Tobias y comencé a moverlo, no respondía. Así que busqué una botella con agua y luego se la vacíe en la cara. Inmediatamente reaccionó y despertó.
—¿Qué pasó? —preguntó alterado.
—Fuimos emboscados y secuestraron a los chicos —respondí mientras lo ayudaba a levantarse.
—Alguien de ellos nos traicionó —habló mientras señalaba a los guardias, luego me miró y buscó su arma.
Después acomodamos a todos sus guardias en el mismo lugar y amarramos sus manos, los despertamos y comenzamos a interrogarlos. Hasta que llegamos al último y este se puso más nervioso y terminó confesando.
Habían llevado a los chicos a una subasta para millonarios. La subasta iniciaría a las cinco de la mañana y posteriormente los compradores iban a ser capaces de depurar a sus compras.
No podía permitir que eso sucediera.
Tobias mató a todos los guardias, que en total eran cuatro. Luego me miró.
—Conseguiré más gente e iremos a rescatarlos.
—¿Podremos? —pregunté insegura.
—Confía en mí —puso su palma sobre mi hombro—. Todo saldrá bien.
Suspiré y luego asentí, caminamos hasta uno de los edificios de la zona para poder ocultarnos. El buscó su celular pero se había destruido, al igual que el mío.
—¿Qué tan lejos estamos del barrio? —pregunté.
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N A M J O O N
Desperté asustado luego de sentir que me pegaban repetidas veces en la cara
—Hasta que por fin despiertas —susurró Yoongi, lo miré más fijamente y noté que tenía el labio rojo y un par moretones por su cara.
—¿Estas bien? —pregunté—. ¿Qué ocurrió?
—Nos secuestraron —respondió—. Y sí, estoy bien, pero tu te ves peor —lo miré confundido—. Tu frente esta sangrando.
Tenía mis manos atadas, pero aún así pude tocar mi frente y efectivamente estaba sangrando. Pero no era muy excesivo, así que me limpié con la manga de mi camisa y luego regresé mi vista a Yoongi.
—Debemos despertar a los demás.
—Ya lo intenté y fue en vano... solo tu reaccionaste.
—¿Probaste con cortarles la respiración? —pregunté.
