d o s

2.8K 280 178
                                    

21 de Marzo de 2017
SoHo, Manhattan, Estados Unidos
5:00 am

Caminé por los pasillos de mi casa y llegué la habitación de mi hermana, toqué la puerta un par de veces hasta que escuché un «adelante», abrí la puerta y me adentré en la habitación. Ella desconectó sus audífonos y comenzó a sonar a través de la bocina de su celular una canción cuya lírica no entendía del todo, ya que solo poseía fragmentos en inglés.

—¿Qué escuchas? —pregunté mientras me sentaba en la cama.

—Es k-pop —respondió y yo la miré asombrada—. Es un grupo llamado BTS, es mi grupo favorito —sonrió y se sentó a mi lado—. Te vengo hablando de ellos desde hace mucho.

—Sí, lo siento —la miré apenada—. Es que esta noche me pone un poco tensa y no pienso claramente.

—Está bien Lu —me abrazó—. Solo faltan dos horas más y todo regresará a la normalidad.

—Eso espero —sonreí forzosamente y me acosté en su cama mientras ella me abrazaba.

Cerré mis ojos intentando relajarme, pero unos disparos comenzaron a escucharse cerca de nosotros, me senté de golpe, Joy soltó un grito y nuestros padres entraron rápidamente a la habitación.

—Necesito que por favor se metan en la habitación de pánico, se queden ahí y no salgan —habló mi padre mientras nos señalaba a mi hermana y a mi—. No importa lo que escuchen, no salgan.

—Pero... —susurré y comencé a derramar algunas lágrimas, mi madre se sentó a mi lado y me abrazó, luego hizo lo mismo con Joy.

—Estaremos bien, recuerden que siempre estaremos junto a ustedes... las amamos —sonrió mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas pero inmediatamente las limpio—. Solo hagan lo que su padre les pide.

Joy y yo asentimos, nos levantamos de la cama, abrazamos a nuestros padres y luego corrimos hacia la habitación de ellos. Al llegar al closet apartamos la ropa y abrimos la puerta que se encontraba escondida, primero entró Joy, luego arreglé la ropa nuevamente y entré. Nos abrazamos mutuamente mientras intentábamos ahogar nuestras lágrimas y sollozos.

Minutos después los gritos de nuestros padres se hicieron presentes por todo el lugar, al igual que unos disparos. Cerré mis ojos fuertemente mientras abrazaba más fuerte a mi hermana.

—¡Hora de irnos! —gritó alguien y luego todo el lugar quedó en total silencio.

Miré a Joy y también se veía asustada, luego se aclaró la garganta y habló.

—Debemos ir a ver si realmente ya se fueron —susurró.

—No —negué rápidamente—. Papá dijo que nos quedáramos aquí, sin importar qué.

Miré el reloj de mi muñeca y solo faltaban unos minutos para que todo terminase. Lo pensé mejor y me pareció una buena opción salir.

—Está bien, vamos —susurré.

Primero salió ella y luego me ayudó a salir a mi. Caminamos a fuera de la habitación, y ambas nos quedamos quietas al escuchar unos pasos; me adelante y me fijé que todavía había un hombre en la casa.

LA PURGA • BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora