Estaba ya de pie, lista para pedir ayuda porque estaba segura que era Dereck.
Esperé que volviera a hacerlo pero ya no pasó.
Me quedé despierta aún un par de horas más asegurándome que no haga nada.
***
A la mañana siguiente, Dereck ya no estaba en casa y eso me dio alivio. La señora Dorothy me invitó a hacer ejercicios con ella y acepté. Fue una mañana muy buena.Para la tarde, yo ya estaba mejor. Las marcas se notaban menos pero el recuerdo y el dolor seguían intactos.
-¿Michael te ha llamado?-- preguntó Frank
- No Señor.
- A Mi tampoco me quiere hablar y yo necesito que hablemos de negocios ya mismo.
- ve directamente y habla con él -- propuso la esposa.
***
En la noche, en la cena estábamos todos sentados y de repente hace su entrada Michael. Me tensé al verlo.- Buenas noches con todos.-- dijo él
- Hijo buenas noches. Ven siéntate a comer.
- Gracias mamá pero no tengo hambre. Vine a hablar con mi papá, te espero en el despacho-- dijo ignorando que yo estaba ahí.
La señora me vio y se qué sintió mi dolor. Se dio cuenta que no le importo nada y yo, a pesar de haber sido víctima de su maltrato, sigo sintiendo que lo amo.
Soy una estúpida!
- Ya se le pasará-- me dijo la señora en voz baja.
Frank, comió rápido y fue al despacho en donde lo esperaba su hijo. Desde ahí hasta el comedor, se podían escuchar los gritos de los dos pero no sé podía entender lo que decían.
Con cada grito que se oía, Dorothy lloraba. Sentí empatía al ver como sufría por escuchar a su esposo y su hijo discutir. Me levanté de la silla y la abracé.
Ella correspondió mi abrazo y hasta sentí que no le habían dado uno en meses.
En un momento, escuchamos la puerta del despacho de Frank abrirse. Dorothy salió de mi abrazo y fue hasta allá.
- Hijo espera!-- dijo y no la seguí.
Quise ayudar al personal de la cocina con los trastes pero no me lo permitieron.
Dorothy entró a la cocina y me habló.
- Michael quiere hablar contigo, está afuera en el jardín
Me temblaban las piernas hasta llegar a él. Estaba mirando la piscina; sintió mis pasos y volteó a verme.
No lo miré, sólo crucé mis brazos.
- vienes conmigo o no?-- dijo en un tono molesto. Ahora sí lo miro a los ojos.
- No quiero morir hoy, gracias-- dije enojada y planeaba irme pero como siempre me detuvo. Al tomar mi brazo, aprovechó el momento para inspeccionar sus huellas.
Miró mis brazos y mis muñecas y aunque ya casi no se veían las marcas, él las distinguió.
Me soltó e hizo un gesto de desaprobación consigo mismo.
- Es mejor que te quedes aquí un buen tiempo-- dijo y se fue.
Debo confesar que una parte de mi esperaba reconciliarse con él, esperaba que me dijera Perdóname aunque me suene hipócrita.
Estaba dispuesta a irme con él pero con otra actitud, no con la autoritaria que casi siempre tiene.
****
Al día siguiente, fui nuevamente al gimnasio con Dorothy y después de desayunar me pidió que la acompañara al doctor.
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Contrato de AMOR
RomanceUn decepcionado hombre de 40 años decide tener un hogar de la manera más inusual; mediante un contrato. Para esto, se propuso conseguir a una joven ejemplar y la encontró; Martha Duarte, una jovencita humilde de 19 años.