Michael no estaba contento con mi declaración pero la aceptó. Él sabía que yo tenía razón, que él ahora tenía que preocuparse por Arlette y no por mí.
Se fue y entré a casa con Jerry.
-¿qué fue eso?-- dijo él
- Lo siento Jerry, no debí meterte pero...quería que supiera que no sufro que soy feliz que no lo necesito
-¿Y lo necesitas? Mentiste para hacerle creer que no te hace falta pero...¿te hace falta?
- No lo puedo olvidar. De verdad llegué a amarlo.
- Déjame decirte que para ser un hombre mayor, aún tiene mucho de niño. Venir hasta acá sólo para pedirte que regreses dice mucho de él
-¿y qué dice?
-¿no lo ves Martha? Ese tipo está confundido, no sabe lo que quiere. Según tu está con la mujer que ama pero ¿por qué vino entonces?
- Estas diciendo que no sabe si me ama o la ama
- Lo que digo es que no tiene sus sentimientos claros, eso es todo. No me molestó que me hayas tomado como excusa, sólo te pido que me evites problemas con él. Yo soy un tipo pacífico pero si me buscan...me encuentran.
Jerry advirtió y supe que era un hombre de armas tomar, además que no tenía ninguna intención conmigo y eso me dejaba tranquila.
Él me ayudó con mi letrero fuera de la casa Y empecé a trabajar de a poco.
En una semana había tenido 4 clientes y eso era mucho para mi. Jerry salía de casa a las 6pm y regresaba a las 4 am.
Me llevó muy bien con él. Nos repartimos las tareas de la casa Y es muy ordenado con sus cosas. Le gusta tener su espacio limpio y eso me agrada de él.
Nunca se ha quejado de mi comida o de mi aseo en la casa Y yo tampoco lo he hecho con él.
Una mañana, mientras Jerry dormía, yo estaba haciendo el almuerzo y preparaba mi área de trabajo para un turno que tenía a las 2pm.
De repente alguien tocó la puerta y era Frank Gutiérrez. No quería abrirle pero Jerry iba a despertar con tanto golpe.
- Señor Gutiérrez!-- dije saliendo de casa para atenderlo fuera.
- Julieth! Querida! ¿qué haces aquí? ¿trabajas aquí?
- Si! Aquí vivo y trabajo. ¿a qué debo el honor de su visita?
- Sabes bien que no descuido a mi gente. Mi hijo cometió un error grande al dejarte ir.
- Hmmm...Gracias Señor pero...No debe preocuparse, estoy muy bien.
- Si...eso veo pero...esta No es la vida que mereces. Déjame ayudarte
-¿perdón?-- pregunté desorientada
- Fuiste una Gutiérrez, viviste en otro ambiente. Después de eso no puedes volver a este mundo.
- Disculpe pero yo nunca salí de este mundo y aquí me siento mil veces mejor que en el suyo.
- Trabajar? Cocinar? Hacer muchas cosas en esta casa de 7 por 8
- Si! Me siento bastante bien haciendo todo eso que dice. Señor...¿a qué ha venido? Dígame de frente sin rodeos
- Si, tienes razón. Te lo diré. Yo no puedo dejarte sola aquí. Tu sabes mucho de mi y no me conviene que salgas de mi familia. Te prefiero dentro de ella, así te tengo cerca y segura.
- Tiene miedo que divulgue sus oficios
- No es miedo, es certeza. Vuelve a casa.
- señor Gutiérrez yo no tengo intenciones de abrir mi boca y perjudicarlo si eso es lo que le preocupa. Yo no quiero problemas con nadie.
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Contrato de AMOR
RomanceUn decepcionado hombre de 40 años decide tener un hogar de la manera más inusual; mediante un contrato. Para esto, se propuso conseguir a una joven ejemplar y la encontró; Martha Duarte, una jovencita humilde de 19 años.