Cuando llegamos fui directo a la sala de estar y me senté en el sillón y él se paró delante de mí.
-¿podemos hablar O prefieres hacerlo después?-- dijo y lo miré; fue ahí cuando dolió y lloré.
Rápido sequé mis lágrimas y evite seguir dando lástima.
- yo voy a hablar -- tomé aire y me puse de pie y no pude mirarlo a los ojos más-- Le pido disculpas señor por todos los inconvenientes causados
-¿señor? Martha por favor-- suplicó y tomó mi brazo pero yo salí de su agarre hipócrita
- Le pido disculpas por tanto alboroto que he armado, olvidé por un rato cuál es mi puesto y ahora lo he recordado.
- Martha, escucha
- No me meteré más en su vida, usted es libre de elegir a la mujer que desee, de besarla las veces que quiera...-- mis lágrimas salían y mi voz delataba que estaba hablando con el corazón herido-- de hacer el amor con quien quiera y yo solo soy una más de sus empleadas
- No...No es así.
- Le pido por favor que nos mantengamos al margen, tal y como usted lo pidió al principio y yo-- reí aún con tristeza-- pues yo no quise hacer caso...creí que usted se podía enamorar de mí -- volví a reír-- qué tonta
- Martha no te trates así -- suplicó
- De verdad lo lamento mucho y no va a volver a pasar.-- dije y salí hasta el cuarto
Empecé a tomar lo necesario para poder dormir en el otro cuarto sobre el suelo.
- Ahora vas a dormir en otro lado?-- dijo parado en la puerta de la habitación.--¿qué hay con la orden de dar una buena impresión?
- señor-- dije con mucho valor, tomando entre mis brazos todo lo necesario para dormir en otra habitación-- ¿me permite dormir en la otra habitación por favor? Es que siento un poco de asco dormir aquí -- dije y una lágrima salió de mí.
Él me miró detenidamente y se que lo que dije le dolió. Asintió con la cabeza y me dejó salir.
Puse una cobija gruesa en el piso y me acosté a llorar. Ahí estuve todo lo que restaba de tarde llorando.
Escuché que había salido pero no me importó.
En la noche, ya estaba calmada pero aún dolida. Tocaron mi puerta y hablaron.
- Señora, su esposo nos envió a colocar una cama aquí -- dijo uno de los guardias y los dejé pasar.
Estaban los dos guardias y Max y los tres me vieron los ojos hinchados y la nariz roja.
Esperé afuera en la sala hasta que todo esté listo. Él ingresó a la casa con comida para dos personas y lo ignoré por completo.
- La cama está lista señor-- dijo Max
- Gracias chicos, eso es todo.-- respondió él y se fueron. Caminé hasta mi nuevo cuarto y él me habló
-Ven a comer -- dijo
- Lo siento Señor pero no tengo hambre-- dijo y fue hasta mi y me tomó de los brazos y me miró a la cara
- Martha no hagas esto por favor. Fue un error de verdad lo siento y...
- Señor...No tengo hambre. ¿puedo ir a dormir??-- dije y me soltó.
No dejé que siguiera con lo que sabía que sería dañino para mi.
Entré al cuarto y me encerré hasta el día siguiente.
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Viernes en la mañana, ayudé desde temprano a la señora Laura con el desayuno.
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Contrato de AMOR
RomanceUn decepcionado hombre de 40 años decide tener un hogar de la manera más inusual; mediante un contrato. Para esto, se propuso conseguir a una joven ejemplar y la encontró; Martha Duarte, una jovencita humilde de 19 años.