Los primos no sabían qué decir y la persona que había ingresado a la habitación sólo no sabía cómo interpretar lo que sus ojos veían. Shisui sobre Itachi, en la cama perteneciente a éste último: una imagen sumamente comprometedora que le obligaba a malpensar absolutamente todo.
—¿Debo preguntar? —rompió el silencio de pronto —. ¿O alguno de los dos Uchiha va a explicarme de una vez qué significa esto?
Ambos jóvenes se miraron con complicidad y a la vez con nerviosismo. No había mucho que pudieran inventar para justificar lo que sucedía.
—Señor Danzō...—susurró Itachi una vez que su primo se quitó de encima para que pudieran pararse como corresponde frente a su Superior.
Sus ojos se mantenían grandes, su respiración estaba algo agitada por el beso reciente, además de la sorpresa que se había llevado ante tan inesperada presencia, y claro, el dolor de su pierna había pasado a un muy segundo plano.
Danzō Shimura es el Comandante a cargo de la Unidad a la cual los Uchiha pertenecen, y es la última persona en el mundo que debía descubrirlos besándose. Habían tenido mucha mala suerte.
—Verá, el oficial Itachi necesitaba descansar un poco y-
—¿Y sólo podía hacerlo si usted se recostaba sobre él? —le interrumpió a Shisui, quien había sido el primero en responder, con extrema seriedad y un tono por demás intimidante. Al poseer un rostro que expresaba altivez, rigurosidad y frialdad, sólo generaba miedo y extremo respeto en la mayoría de sus oficiales a cargo.
Por su parte, el menor de los Uchiha no pudo evitar sonrojarse al escuchar aquel comentario y al rememor el beso que se acababan de dar, teniendo que desviar la mirada hacia el suelo para ocultar lo cohibido que se sentía.
—No es lo que piensa, Señor —replicó Shisui con seguridad y, por supuesto, manteniendo un tono respetuosamente apropiado.
—¿Y qué cree usted que pienso? —enarcó una ceja.
—Bueno...—Shisui no quería arruinar nada, cualquier cosa que dijera podría empeorar la situación, que para nada los favorecía a ellos.
Y era peor porque no podía asegurar cuánto es que Danzo llegó a ver...
—En fin, no importa —volvió a hablar su jefe haciendo un ademán con su mano, y luego fijó su vista en el menor —. Necesitaba hablar con usted, y me dijeron que los habían visto venir hacia aquí, así que lamento la interrupción...pero ahora mismo tengo temas importantes que tratar.
La sorpresa se reflejó en el lenguaje corporal de Itachi, quien volvió a rectificarse y su pose se hizo más firme. Seguía muy nervioso.
—Sígame —le ordenó, no esperaba ninguna negativa de su parte.
—Claro, señor —vociferó y, tras dedicarle una última mirada a su primo, quien le sonrió dándole aliento para soportar aquella reunión que llevaría a cabo con su jefe, salió tras éste.
Ambos se dirigieron hacia el despacho de Danzō, donde podrían hablar sin interrupciones. No solían conversar seguido, pero hoy era la excepción.
—Lo escucho —dijo Itachi respetuosamente, sentado frente al escritorio de su Comandante mientras éste terminaba de acomodar unos archivos en un cajón.
Luego, el hombre comenzó a analizarlo un momento con la mirada, como si quisiera descubrir de esa manera lo que había sucedido minutos antes de que él llegara y, tras recargarse contra el respaldo de su asiento, soltó:
—Quisiera que por ahora dejemos las formalidades de lado, Itachi.
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ShiIta: Little Lies [AU]
Hayran KurguItachi Uchiha desea pertenecer a una Unidad especial de policías y se esfuerza constantemente para lograr obtener ese lugar. Sin importar todo lo que deba esforzarse. Pero, uno de los más grandes sacrificios que debe hacer para realizar su sueño, e...