𝟎𝟎

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Mateo aceptó aquella fiesta con toda la inocencia del mundo, su intención era beber un poco y disfrutar de lo que la facultad podía ofrecerle en sus primeros días. Mateo era un buen "bicho" en el colegio, por lo menos era así como llamaban a los novatos. Estaba concentrado y el mismo tiempo quería divertirse.

Un estúpido juego de adolescentes no parecía ser la diversión qué Mateo buscaba.

Si Mateo quisiese besar a un chico él simplemente lo haría, no necesitaba de un juego bobo. El problema es cuando el juego del besito da lugar a otra cosa.

- Ok los llamé aquí para un juego - Oliva anuncio visiblemente borracho.

Mateo rodó los ojos.

- ¡Daniel pasa la botella!

Ribba arqueo las cejas.

-¡Pero la quiero para mí!

Daniel nunca fue el tipo que se emborrachaba rápido,pero después de tres botellas de algo que Mateo no sabía que era, Daniel estaba increíblemente alterado.

- Pásame la puta botella - Valentín rodó los ojos.

Con el ceño fruncido, Dani entregó la botella.

- Hagan un círculo - dijo Valen - vamos a jugar a la botella - su sonrisa se tornó maléfica por un instante y sus ojos se giraron a Palacios.

Algunos estudiantes se fueron para disfrutar del resto de la fiesta, pero otros se quedaron, y para la infelicidad de Mateo, Vainstein estaba allí.

- Matu comienza- gritó Valentín.

Mateo se sentó en la ronda que estaba formada, tomó la botella y la giró, ella rodó y parecía no querer parar más, hasta que finalmente paró.

Sentía miedo de mirar a quién apuntaba la botella, pero para su suerte la botella freno en su amiga Julieta, ella sonrío tímida y los dos se levantaron, con varios "eh" haciendo eco por la sala, Mateo casi rodó los ojos hacia atrás de su cabeza,luego sello muy delicadamente sus labios con los de ella.

Era el turno de Julieta, y todo ocurrió bien hasta que Vainstein tuvo que girar, Mateo lo miro como quien dice "apúrate con eso, no quiero perder mi tiempo mirando tu fea cara" y Manuel sonrío. Él siempre tenía aquella maldita sonrisa.

Los grandes manos del chico giraron la botella, el sonido del vidrio raspando el piso resonaba por la sala y por un segundo todos quedaron el silencio, la botella paró, Mateo levantó los ojos y su boca automáticamente se abrió por completo. Su idea fue darle con la botella al perfecto rostro de Vainstein. No era posible que en la primera vez de Manuel la estúpida botella apuntase a Mateo. Palacios tenía la certeza de que Manuel usaba algún poder sobrenatural para cambiar el curso de la botella.

Mateo negó con la cabeza, Manuel se levantó caminando hasta el chico.

- Vamos Palacios, no seas cobarde.

Mateo arqueó las cejas. Se levantó y miró a Vainstein a los ojos. Por un instante sus Iris verdes lo dejaron tonto y lo hicieron querer tenerlo en una cama, pero también quería golpearlo, mucho.

- No me llamo Manuel Vainstein- retrucó él con un susurro.

Manu sonrió.

La verdad es que hay un motivo para que Mateo odia a Manuel y ese motivo es el simple hecho de que Manuel había sido un hijo de puta desde el día de la "iniciación", cuando Vainstein - que era un veterano - mandó a Mateo a hacer un stripp por ser un novato. Mat no lo pensó dos veces antes de ir con la mano a la cara de el castaño y desde entonces Manuel molesta sobre que Mateo es caliente y comenta sin pudor sobre el cuerpo del chico.

A Mateo no le gustaba aquello.

O si le gustaba, pero proviniendo de Manuel... Siempre parecía ser motivo de odio.

Mateo notó que tenía que levantarse un poco para alcanzar a Manuel y él mismo se inclinó. Vainstein tocó sus labios con los suyos, Mat sintió que todo el aire de sus pulmones se fue, sin embargo cuando el más alto intentó pasar su lengua sobre los labios de Palacios el chico se alejó, notando la mano de Manuel en su cintura. Ambos volvieron a sus lugares, pero ahora la sonrisa de Vainstein parecía más victoriosa y todo lo que Matu quería era golpearlo.
- Cierto esto no tiene gracia, vamos a encender este juego - sugirió Matías levantándose.

-¿De qué hablas, Spallati? -Oliva arqueó las cejas.

- Estoy hablando de sexo Valentín - Matías sonrío - Media hora en el clóset de Ribba - dijo animado.

- Ah estoy fuera de eso - Mateo se levantó, pero fue impedido por Valen.

-¡No seas aburrido!

- Tenemos 5 chicos y cinco chicas, si tú for... - Daniel intentó explicar.

- ¿Qué mierda tiene que ver eso? - Mateo rodó los ojos.

- ¿Mateo está con miedo de algo? - atacó Vainstein.

- Yo no tengo miedo - él sonrío.

- ¡Pruébalo!

Mateo se sentó mirando a Manu a los ojos, él quería intimidarlo, pero todo lo que conseguía era la sonrisa del más alto, que era una mezcla de libertinaje y desvergüenza. Mateo lo odiaba.

El destino parecía no querer a Palacios, mucho menos aquella botella. Dos personas fueron al clóset y volvieron antes de los 30 minutos, la última pareja no precisó ni los 20 minutos y ahora la botella era girada por Mateo. Él quería que parase el Nicki entonces ellos podrían conversar, o en Valen, ellos podrían pasar el rato hasta incluso en Dani, pero ella paro en alguien que Mateo juró matar dentro de aquel maldito clóset.

Manuel Vainstein.

Sus piernas temblaron por un segundo, no de miedo, ¡De rabia!.

La relación secundaria es wosecko.

Bye los odio❤️

𝐃𝐫𝐚𝐦𝐚 (𝚝𝚛𝚞𝚎𝚙𝚕𝚒𝚔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora