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'¿Qué te ocurre? Estás muy callada'

Mina estaba preocupada por su amiga, quién había pasado los últimos treinta minutos en absoluto silencio. Algo poco usual en ella.

'¿Qué?'

Dahyun volvía en sí después de que la rubia chasqueara los dedos frente a su rostro. La platinada le dedicó una sonrisa adorable para compensar su distracción, y el haber ignorado a su amiga.

'Te has quedado en silencio durante media hora, eso para nada es normal en ti'

La chica s encogió de hombros, restándole importancia a su actitud. Para ella eso no era raro, no desde las últimas 48 horas.

'¿Escuchaste del accidente que hubo hace dos días en la autopista a Wonju? Dicen que a una de las conductoras la atravesaron unas vigas que transportaba un camión con material de construcción'

La rubia comentó el hecho con tanta emoción que Dahyun frunció el ceño muy notoriamente. Sabía cómo era la joven, pero nunca se iba a acostumbrar a escucharla hablar de esas cosas con tanta fascinación.

'Por favor, no me vuelvas a hablar así de eso. Debió ser terrible y tú estás aquí hablándolo como si fuese una película. ¿Qué tienes en la cabeza?'

'No lo sé. Disculpa. Esta vez sí exageré'

La menor asintió y suspiró sonoramente. 

'Bueno, he terminado con este martirio. Ya puedo escapar de este lugar. ¿Vendrás?'

Mina esperó pacientemente la respuesta de su compañera mientras guardaba sus libros y se colocaba su suéter color mostaza. 

'Me quedaré otro poco. Y, sobre la fiesta, creo que no. No me apetece ir en realidad'

'Pues si te arrepientes de tu horrible decisión, llámame. Iré por ti a tu casa'

Se acercó a la chica, besó su sien y le dió un golpecito en su hombro, haciendo reír a la otra.

En cuanto la mayor abandonó la banca que compartían el silencio regresó. Dahyun cerró su libro y apoyó sus codos sobre este para acomodarse para seguir mirando el cielo con insistencia.

'¿Estarán de vacaciones los cupidos? ¿Los cupidos tienen vacaciones?'

Quién la hubiera escuchado seguramente habría reído antes sus inocentes y absurdas cuestiones. Incluso ella estaba a punto de hacerlo cuando observó un movimiento curioso en las nubes.

Parecía que en una de esas esponjositas nubes había alguien chiquito sentado, mirando hacia abajo, hacía ella.

Emocionada, curiosa y con ganas de gritar Dahyun se levantó y empezó a caminar en un inútil intento por llegar a acercarse a eso que observaba.

'¡Hey! ¡Hey! ¡Por aquí!'

𝐶𝑢𝑝𝑖𝑑... ℎ𝑖𝑡 𝑚𝑒! | 𝑆𝑎𝑖𝑑𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora