Fight the Zombies (Lauren Jauregui y Tú)

Are these... the new times?

La chica había tardado casi dos días y medio en regresar a su antigua casa en medio de la pradera. Echaría de menos Scrowland, pero vamos, la casa de la pradera siempre sería su hogar.

Thor jugaba con ella; mientas la chica el lanzaba su peluche favorito, él iba correteando tras él, y se lo entregaba de vuelta. Y así sucesivamente. Ella reía y reía, la felicidad regresaba poco a poco a su vida. Pero algo faltaba.

Alguien faltaba.

Recorrió varios centros comerciales, buscando comida de sobra y no tener que salir de su hogar por mucho tiempo, lo cual, era si mucho una semana y media. Pero algo era algo.

-Cuánto lo siento, chicos -habló para si misma viendo a los caminantes dentro de uno de los lugares. -Pero este es el fin de las vías para ustedes.

Lanzó la primera flecha, luego la segunda, y la tercera. Perfecta puntería como siempre. Y recordó que Lauren quería aprender a usar la ballesta. Mierda, cuánto se odiaba.

-Se supone que matarlos con esta cosa es divertido, no me tendrían que recordar a mi ex -dijo negando con la cabeza, acercándose a los infectados y quitando las flechas de sus cráneos, para guardas en la mochila.

Guardó mucha comida en la mochila, hacía dos días que no comía nada de nada, las provisiones que tomó de casa de la ojiverde aquella noche solo le habían resistido hasta antes de llegar con Ben.

Pude haber guardado para estos días siguientes, pensó.

Espero a Thor sentada en un tronco, pues el pequeño can debía hacer sus necesidades. La chica alzó la manga de la chaqueta, viendo su brazo derecho, dónde estaba el tatuaje. Y luego alzó su camisa viendo el otro en su abdomen. Dios, ¿es que todo le recordaría a Lauren?

-¡Thor, vamos, quiero llegar a casa! -gritó, haciendo que el pequeño se acercara a ella y emprendieran la caminata nuevamente.

La luz se apagaba poco a poco, el sol se estaba poniendo, amaba los atardeceres con esas pequeñas ráfagas de viento. Entró al bosque guiándose aún por las manchas blancas en los troncos de los árboles. Muchas de las trampas tenían cuerpos sin vida de Los infectados. Decidió limpiar todo para dejarlas como nuevas.

Terminó sin mucho esfuerzo, ya había sido costumbre antes hacer eso, y al parecer, eran menos los caminantes que se acercaban a esa zona.

-Bien -dijo sacudiendo sus manos en sus pantalones negros. -Eso ha sido todo por hoy.

Sacó una barra de proteína de la mochila, partiéndola en dos.

-Hey, amigo, atrápala -la lanzó al pequeño, quien la tomó en el aire. -Perfecto.

Siguieron caminando, mientras comían algo de las provisiones. Si ambos tenían la oportunidad, la aprovecharían. Amaban comer.

-Hogar, dulce hogar.

Empezaron a caminar más rápido al visualizar la casa en medio de la pradera, con el lago al frente. Thor empezó a correr al reconocer el lugar.

-¡Oye, espérame! -corrió tras él riendo.

Pero se detuvo. Algo andaba mal.

Las luces de la casa estaban encendidas, al igual que el humo saliendo por la chimenea. Muy bien, iban a morir algunas ratas que estuvieras invadiendo su casa.

Se acercó cuidadosamente, con la escopeta en alto. Cerró los ojos negando al ver cómo Thor había entrado a la casa, pues la puerta estaba abierta.

-Aguarden -dijo para si misma, tratando de agudizar su nariz. -Qué bien huele.

Aún así, no soltó la escopeta, se acercó cada vez más, siendo más iluminada por la luz de la casa y más invadida por el exquisito aroma. Subió las tres gradas de la entrada.

Frunció el ceño bajando la escopeta. Y no pudo evitar sonreír.

Lauren estaba dándole la espalda a la puerta, en cuclillas acariciando a Thor mientras esté jadeaba feliz. Luego el pequeño vio a la pelinegra, empezando a ladrar de felicidad. Fue cuando la ojiverde se levantó dándose la vuelta. Era tan hermosa, tan perfecta como solo Lauren Jauregui podía serlo.

_______ se acercó, soltando las armas y la mochila en el suelo. La menor la vio sonriendo, y sus ojos verdes esmeralda irradiaban un precioso destello. La chica juntó sus manos al frente, viendo a su novia, y dijo:

-La cena esta servida.