Rosas sin olor - Parte 2

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Había pasado un tiempo desde que visito esa curiosa cafetería que le ofreció un poco de esperanza en un momento de debilidad, ahora mismo se cuestionan el motivo que le impuso a regresar, quizás era la deuda que tenía por el café y el postre grati...

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Había pasado un tiempo desde que visito esa curiosa cafetería que le ofreció un poco de esperanza en un momento de debilidad, ahora mismo se cuestionan el motivo que le impuso a regresar, quizás era la deuda que tenía por el café y el postre gratis o el deseo de agradecer por segunda vez las dulces palabras de apoyo que necesitaba.

Ahora frente a la puerta se decidía si debía entrar o no ya era muy tarde después de todo, por lo que no faltaría mucho para que la cafetería cierre, sin embargo necesitaba ver a esa persona de aura cálida solo una vez más. 

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no noto cuando una segunda persona llegó a su lado, la cual algo dudosa al principio decidió tocar su hombro para llamar su atención - Disculpe, ¿se le ofrece algo? ya estamos a punto de cerrar, pero si lo desea puedo tomar su orden

Me gustaría pedir un café con crema y un budín para llevar - exclamó con el corazón latiendo muy fuerte en su pecho debido a la sorpresiva presencia del castaño.

Togami definitivamente no esperaba que el castaño aún estuviera tomando órdenes y lamentaba un poco hacerlo trabajar de mas, naegi reconoció aquel pedido y al joven que se encontraba frente a él ocasionando que un ligero rubor apareciera en su rostro. Sin decir ninguna palabra invito al rubio a entra, este se sentó en la barra frente al castaño esperando su pedido.

Aquí tiene - respondió el castaño mientras ponía la taza y el postre frente al rubio.

¿Pensé que lo iba a hacer para llevar? - pregunto con una pequeña sonrisa confundida.

Al inicio sí, pero algo me dice que realmente no querías eso - sonrió divertido mientras se servía una taza propia, sabiendo que se comportaba algo atrevido y rogando por que el hombre frente a él no se molestará.

¿Acaso siempre sabes lo que tus clientes quieren? - expreso con un toque burlón, el contrario soltó un ligera carcajada por las palabras.

Algo así - respondió tranquilo - pero dejando de lado eso, debo decir que me intriga el por qué alguien bebería café a las 12 de la noche

Yo podía preguntar que hace una cafetería abierta tan tarde - contraataco el rubio y aunque sonara como un broma realmente estaba interesado por la respuesta.

Touche, digamos que mis proveedores decidieron hacer sus entregas muy tarde, mala suerte supongo.

En este mismo instante togami no creía que aquello fuera mala suerte, para el esa situación fue un oportunidad o quizás era el destino haciendo de las suyas permitiéndole un momento a solas con el joven que llamo su interés, si bien no era la hora adecuada estaba seguro que si no hablaba con el ese día, nunca jamás reuniría el valor para volver a ese lugar.

Cuando fue el momento togami pensó que quizás debería irse y no seguir molestando al dulce joven frente a él, ya bastantes molestias le había causado con aquel pedido algo egoísta, pero antes de que pudiera hablar el otro lo hizo.

Quédate hasta mañana - el tiempo pareció detenerse para ambos, un dulce aroma inundó el lugar y un bello color carmín pinto el rostro de Naegi Makoto.

Togami identifico el característico olor a chocolate de la vez pasada, sus sentidos le dijeron que provenían del joven frente a él, su mente le gritó una única palabra omega, al parecer lo que sintió la vez pasada no fue un engaño o una alucinación, trato de agudizar su olfato para identificar el sentimiento que desprendía aquel joven, él no era un alpha por lo que le fue difícil tener una respuesta clara, además el olor era bastante débil, aun así logro captar los nervios y el leve deseo que le invitaba a quedarse.

sus miradas se conectaron sin deseos de apartarse - he escuchado que las mejores conversaciones surgen en la madrugada.

El rubio se encontraba hipnotizado por aquellos dulces ojos verdes frente a él, togami se sentía avergonzado cuando unos dedos más pequeños se entrelazaron con los suyos, se sentía patético por permitir que naegi tomara la iniciativa e incluso sentía que esté momento tan mágico le era prohibido, el Omega podía tener pareja, un alpha que le cuidara, aun así se permitió olvidar todo a su alrededor, por lo que las palabras salieron solas de sus labios - Sabes, la primera vez que te vi, me dije a mi mismo que tú sonrisa era la más hermosa que había visto.

Dentro de el empezaba a crecer una necesidad por aquel calor ajeno, la cercanía que había ya no era suficiente, quizás fuera el calor del momento o un delirio nocturno, "si eso debe ser" pensó togami "simplemente estoy soñando"

En esta segunda vez que te veo, empiezo a sentir un extraño calor en mi pecho que no puedo reconocer - sus brazos lo rodearon en un abrazo, naegi no sabía muy bien cómo reaccionar, sin embargo en su mente tenía muy en claro que togami byakuya le gustaba mucho y  despertaba el instinto que creía no poseer, sonaba ilógico que su omega reaccionara al hombre frente a el, pero si el destino había decidido aquel encuentro naegi no se negaría a descubrir hasta donde llegaba aquel sentimiento.

Con aquello último el rubio tomo los labios ajenos en un suave rose guiados por el instinto, fue dulce y encantador, justo como el toque delicado de los pétalos que caen en primavera y con el encanto del rápido verano.


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