Deja ir.Deja que se quede.
¿Quién lo dice mejor?
Déjalo ir... mejor que se quede, estoy confundida.
O quizá sólo es la madrugada.
He tomado un tren al pasado, me he obligado a hacerlo para enfrentar al ayer.
Todo en esta ciudad duele el doble, una herida que jamás deja de sangrar.
¡Oh, no!... en realidad si estoy sangrando.
Deja que se vaya, deja que se quede este sentimiento.
Estoy confundida y en estos momentos, no importa realmente.
"Dios, si existes... enséñame a dejar ir"
Deja que sólo se queden los buenos momentos, no creo en ti, jamás lo he hecho. Pero aún así, mira un momento a esta incrédula: me debes una explicación.
"Dios, si existes... déjame amarte o déjame ir"
Dios... déjame ir.
Tomé un tren al pasado, me obligué de una u otra manera a hacerlo, ¿Quién lo hace mejor?
Sigo dando vueltas en esta ciudad tormentosa, la lluvia cae y me empapa hasta los huesos, todo aquí afuera duele el doble, todo el ruido me estrella los huesos.
Quiero irme de aquí.
Déjame ir en silencio, quiero no hacer ruido en mi partida.
¿Alguien me escucha?
Todo aquí dentro duele el doble.
¿Alguien me escucha?
Soy un fantasma en todas partes.
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De lo que corre por mis venas
PoesiaEntre esos pasillos de mi alma, siempre hay una ranura que sangra recuerdos.