De lo que corre por mis venas

De lo que gritas en la calle.

Disgusto.

He visto más cenizas en mi que en el fuego así que adelante, quémalo.

Enciende cada parte de mí.

Repulsión.

¿Cómo es posible que color más común en este infierno, sea el más odiado?

Veo en tu rostro lo que piensas: "No perteneces aquí."

Todas esas caras estiradas y esos ojos que pones en blanco, asco... No, tú eres quién me da asco.

Y miras a otro lado, dándote por ofendido. Como si el simple hecho de estar ahí te hiciera a ti menos, tú que me aplastaste con tu ego.

Y arrugas la nariz y das por sentado que no valgo lo mismo que tú, como si pudieras darle precio a las personas.

Le pones precios a todos, los que no se parecen a ti.

Disgusto.

Y alzas una bandera con el mismo color, como si las batallas doliera menos cuando pintas una sonrisa para que otros te acepten.

Cuando piensas que has cambiado y la palabra "tolerante" se convierte de repente en algo bueno.

Deja entonces de "tolerarme."

Y te quejas, como si tuvieras derecho a quejarte cuando fuiste tú quién me puso este cartel en la frente.

Sigues pensando (cada vez que me comparas con un absurdo tono de piel) que no pertenezco aquí.

Así que adelante, quémalo, puedes burlarte de mí.

¿Cuántas veces no me sentí inferior?

Estoy harta de sentirme inferior.

Si vuelvo a compararme como tú lo haces, si vuelvo a pensar como tú lo haces... Lo quemaré por completo.

Me has obligado, a quemarte por completo.