Christopher se acerca a mí y me extiende una mano para ayudarme a levantarme, la tomo solo por cortesía ya que en estos momentos no estaba segura de quererlo cerca.
Joder, Cyara.
¡Reacciona!
Te acaba de salvar, si él no hubiera aparecido el lobo ese te habría arrancando alguna parte del cuerpo de un mordisco... El lobo que venía a ser Joel.
-¿Te encuentras bien? - es lo primero que dice al dirigirse a mí, las otras frases entiendo que iban dirigidas a Joel-. ¿Cómo debo de tomarme tu silencio?
-Estoy bien. - aclaro-. Solo un poco aturdida...
-No sabía que ahora tenías un perro de mascota. - bromea llevando su mirada al lobo que todavía seguía en el suelo.
Un perro, un lobo... Mi jodido mejor amigo, también conocido como Joel.
Definitivamente me estoy volviendo loca porque cada cosa que pasa es más difícil de creer que la anterior.
-Ahora no estoy para tus chistes, colmillitos. - digo negando con la cabeza.
Por no decir que sigo indignada con él ya que no quiso comerme la boca, ese detalle podemos omitirlo.
-Si me sigues llamando "colmillitos" yo empezaré a llamarte humana.
-Es lo que soy. - murmuro obvia.
-Ya se me ocurrirá un nombre más original, el bullyng humano aún no es lo mío. - dice encogiéndose de hombros.
-¿Qué pasará con él...?
-No tardará demasiado en despertar, solo lo he dormido.
No puedo seguirle la conversación, no cuando mi mente la mantiene ocupada Joel y todo lo que había pasado.
"No te asustes"
Gilipollas, estabas a punto de atacarme y me dices que no me asuste...
-Puedo hacer que lo olvide, si quieres. - dice Christopher mirando al lobo.
-No, no quiero que te pongas a hackear la mente de un lobo. - intento bromear, pero la broma sale con sabor amargo de mis labios. El peso de la realidad cae sobre mí, Joel es un lobo y yo todavía no quería admitirlo.
-Cyara, sé que es duro... Pero es la realidad. - dice el vampiro acercándose a mí -. Conseguiste controlarte al saber que yo era un vampiro, tienes que hacer lo mismo con él al saber que es un lobo. Recuerda que es tu mejor amigo y necesita tu apoyo, nadie en su sano juicio desearía ser como nosotros.
No sé en qué momento sus brazos envuelven mi cuerpo pero cuando me doy cuenta ya estoy aspirando el dulce olor que desprendía, mientras que mis brazos también rodeaban su cuerpo. Siento demasiado frío en estos momentos pero vale la pena. Sus labios hacen contacto con mi frente, dejando un beso en ella.
-Gracias, Chris. - susurro apenas audible, sin embargo sé que me ha escuchado a la perfección.
Ventajas vampíricas.
-¿Por qué?
-Por hacer de mi realidad algo tan sobrenatural, nunca mejor dicho.
Escucho su risa, pero no se atreve a pronunciar una palabra con respecto a eso. Alzo la mirada sin poder evitarlo y veo la suya a no demasiado centímetros, la distancia entre nosotros es cada vez menor.
-¿Cyara? - escucho la adormilada voz de Joel a mis espaldas, me separo rápidamente de Christopher y lo miro.
Él tenía sus ojos clavados en nosotros, era más que obvio que nos había visto abrazado. A ver, no es algo de otro mundo pero, teniendo en cuenta que los lobos y los vampiros se odian por naturaleza, probablemente esté molesto.
-Peludito, antes de reclamar deberías de vestirte. - espeta Christopher cruzándose de brazos.
Y ahí es cuando me doy cuenta de que Joel se encontraba completamente desnudo.
-Oh, joder. - murmuro volteando rápidamente, sé que mis mejillas se encuentran sonrojadas pero no puedo evitar sentirme apenada.
Christopher también lo nota, supongo que por la acumulación de sangre en estas. Sin embargo, no dice nada y eso se agradece.
-Ya está...- dice Joel en un tono de voz cansado.
-No. - dice Chris cuando estoy por darme la vuelta, son sus manos las que detienen a mi cuerpo-. La camiseta también.
Oh vamos, he visto a Joel bastantes veces sin camiseta... No te pongas mandón, colmillitos.
Efectivamente, estaba leyendo mis pensamientos porque es rápido en mirarme frunciendo el ceño.
-Está bien, suéltame. - digo mientras saco sus manos de mi cuerpo y me volteo para ver a Joel-. Y así me decías que no me asustara...
-No soy capaz de controlarme, lo siento.
-¡Pues no le hubieras dicho que no se asustara o no te transformaras frente a ella! -escupe Christopher-. Casi la matas y tú tan tranquilo.
-Ya dije que lo siento.
-No sientes una mierda, si yo no estuviera ahí... - sacude la cabeza-. La hubieras matado y no te importaría ni lo más mínimo.
-Supongo que en eso estamos iguales, ¿no? - pregunta-. Al fin y al cabo, es nuestra naturaleza hacerle daño y si seguimos a su lado terminará muerta... Da igual si decide quedarse contigo o conmigo, su final será el mismo.
No me da tiempo ni a parpadear, Christopher agarra a Joel por los aires y lo lanza contra una de las paredes.
Creo que no son conscientes de que están en mi jodida casa y de que como rompan algo van a tener que pagarlo, ah.
-¡Ni se te ocurra hablar de su destino, hijo de perra!- escupe Christopher notablemente furioso.
-¡Pues a ti ni se te ocurra alimentarte de su sangre! Como llegue a ver su cuello mordido, ten por seguro que te mataré.
-¿Y quién dijo que me alimentaba de su sangre mordiéndole el cuello? - pregunta burlón-. Los vampiros modernos tomamos la sangre de otro lugar, ya sabes... Aprovechamos cuando las humanas están de regla y así ambos lo disfrutamos.
La imagen mental hace que mis mejillas vuelvan a sonrojarse.
Colmillitos, no es momento para estas cosa.
-Puedes preguntarle a Cyara, ella ya tiene experiencia con eso.
Esta vez es Joel quien lo empuja lejos, el vampiro ríe a pesar de que su espalda acaba de chocar contra la pared del otro extremo.
¿En serio esto le parece divertido?
No quiero tener una jodida discusión entre un lobo y un vampiro, los humanos somos inútiles en estas situaciones.
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Mordidas Nocturnas
Vampiro"Que su cara de ángel no te engañe, es igual o peor que nosotros los demonios." Tal vez fue el color rojo intenso de sus ojos lo que llamó su atención. Puede que sus colmillos le intrigaran. Quizás las pálidas caricias que repartía en su piel le cau...