Christopher Vélez es jodidamente guapo, las cosas como son.Si fuera un chico normal y corriente ya habría estado ligando con él desde hace bastante pero como es un vampiro hace que las cosas cambien.
Eso no le quita lo atractivo, ni mucho menos la atracción que siento hacia él.¿Los vampiros pueden notar eso?
Así como también leen los pensamientos y esas cosas, tal vez debería de tener cuidado.
Llevo frustrada un par de días gracias a él y a sus acciones. Los recuerdos de esa noche hacen que me duela la cabeza, no solo por lo que pasó sino también por lo que pudo haber pasado. Tuve sus labios a milímetros de los míos y el muy jodido se alejó, tal vez él no sienta esa atracción por mí.
No hay nada de malo en eso, al fin y al cabo no puedo gustarle a todo el mundo. No es mi culpa que los vampiros tengan malos gustos.
-¡Cyara! -escucho un grito proveniente del exterior y sé con certeza que se trata de mi mejor amigo, con el que llevaba sin hablar desde que tuvo su discusión con Chris.
¿Acaso no sabe tocar la puerta de la casa? Digo, así podría ir a abrirle.
No, tiene que gritar mi puto nombre para que todos los vecinos sepan que ha llegado.
Bien, Joel, bien.
Evito poner los ojos en blanco y bajo para poder abrirle, rápidamente me hago a un lado al ver que no traía ninguna chaqueta y se encontraba con camiseta de manga corta.
Seguro estaba muriéndose de frío, el invierno en Londres es jodido como soportar las temperaturas de tal forma.
-Creo que hay una chaqueta tuya en la habitación de invitados, la dejaste olvidada un día y...
-Olvídate de la chaqueta, no tengo frío.
¿Qué?
¿Cómo no va a tener frío?
Anda, si él no tiene frío yo estoy saliendo con Harry Styles.
-Estamos en el invierno. - recalco-. Y solo llevas una camiseta.
-Si, bueno... Es difícil de explicar pero a eso venía. - sonríe con nerviosismo mientras camina hacia uno de los sofás.
Se sienta allí, acomodándose, y se pasa las manos por el cabello en un gesto de agobio.
Sea lo que sea que quiere explicarme no parece ser un tema de su agrado.
-Joel, me estás preocupando.- admito con seriedad.
-Siéntate. - dice ignorándome por completo.
¿Lo que va a decirme es tan fuerte que teme que me caiga de culo?
Intento no tomarme la situación como tal y termino sentándome a su lado.
-Lo que voy a decirte es algo sobrenatural, literalmente. - murmura por lo bajo-. Resulta que aquí entre nosotros no sólo hay humanos... Quiero decir, también habitan otros seres.
¿Me está diciendo que...?
Oh mierda, habla por Christopher.
-Así como vampiros, hombres lobo...
-¿Hombres que?
-Lobos, Cyara...
Ah caray, toda la saga de Crepúsculo está aquí en Londres y yo sin saberlo.
¿Se supone que Christopher es Edward Cullen?
Nada que ver, Robert Pattinson es muy crush.
Y... ¿Quién es el Jacob Black?
Digo, porque así puedo empezar a compararlo con Taylor Lautner.
-¿Y cómo se supone que tú sabes de estas cosas? - pregunto sin poder evitarlo, soy demasiado curiosa.
No responde.
El silencio se hace presente entre nosotros, confundiéndome más de lo que ya estaba.
-¿Joel...?
-Prométeme que no cambiará nada entre nosotros después de lo que tenga que decirte.
-¿Qué tan grave es?
-Por favor, Cyara... Promételo.
-Bien, Joel... Prometo que todo entre nosotros seguirá igual.
O no.
Me da una mirada cargada de pena antes de levantarse y empezar a sacarse la ropa.
-¿Qué coño haces? - cuestiono mientras aparto la mirada, no es lo más normal que llegue como si nada y empiece a desnudarse frente a mis ojos.
-No te asustes.
Cuando vuelvo la mirada a él ya no hay rastro de Joel, en su lugar hay un lobo de un metro ochenta, con el pelaje oscuro y unos ojos amarillos que me miran penetrantes.
-Jodida mierda. - maldigo.
Él había dicho que no me asustara pero el hecho de que estuviera gruñendo en mi dirección no ayudaba demasiado.
-Joel, soy yo... - intento decirle con calma-. ¡Me cago en la puta!
El rugido que lanza en mi dirección es suficiente para que me levante y corra lejos de él.
Tengo miedo.
Muchísimo miedo.
El lobo no tarda en correr detrás de mí y yo no tardo en gritar, esto no podía ir a peor.
-Por favor, por favor...- suplico mirándolo, sin embargo, parece no hacerme caso.
Se abalanza sobre mi cuerpo y caigo al suelo. Lo tengo a tan solo centímetros del rostro, babeando y mirando de esa forma tan aterradora. Me es inevitable soltar otro grito.
-Anda, pero si el peludito ha decidido hacer acto de presencia. - dice la burlona voz del peculiar vampiro que se encontraba apoyado en la pared.
¿Desde cuando estaba ahí?
-Peludito, te has metido con la chica equivocada. - dice antes de acercarse, Joel no se inmuta y abre la boca dispuesto a morderme. Cierro los ojos por acto reflejo y espero el ataque, pero nunca llega.
Al abrir los ojos veo como los dedos de Christopher están clavados en el pelaje del lobo mientras lo aleja de mí, lanzándolo a alguna parte de la casa.
-Hey, mírame. - le dice mirándolo fijamente a los ojos, supongo que haciéndole algún tipo de hipnosis ya que este no tarda en caer dormido.
Soy incapaz de levantarme, sigo aturdida después de todo lo que acaba de pasar. Y, por primera vez en mucho tiempo, siento miedo por todo lo que me rodea.
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Mordidas Nocturnas
Vampir"Que su cara de ángel no te engañe, es igual o peor que nosotros los demonios." Tal vez fue el color rojo intenso de sus ojos lo que llamó su atención. Puede que sus colmillos le intrigaran. Quizás las pálidas caricias que repartía en su piel le cau...