Capítulo 11*

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Samantha

El sentimiento que uno tiene cuando es usado y se da cuenta, no se lo deseo a nadie. Todo es por faces, primero estás triste y no entiendes qué hiciste para merecerlo, luego te sientes tonto por no darte cuenta que te estaban usando y por último sientes rabia y quieres vengarte. Ese círculo se repite una y otra vez hasta que todos esos sentimientos se fusionan y es ahí cuando estallas para comenzar de nuevo. Con los cimientos que deja esa explosión uno se autoconstruye y refuerza para que cuando algo parecido suceda nuevamente, el impacto sea de menor magnitud.

Yo ya había pasado por todas esas faces. No tenía idea de la hora que era pero no podía quedarme sentada mucho rato más, Gabriel debía estar buscándome. Por más que quería parar de lloras, lágrimas caían sin control. Sentía los párpados pesados, la garganta seca y apenas podía abrir los ojos de lo hinchados que estaban. Me levanté del suelo, busqué mi celular que estaba escondido en la falda y me miré en la cámara. Tenía todo el maquillaje corrido, los ojos hinchados, la cara roja, el cabello con hojas y toda la ropa manchada por el pasto. Mi falda estaba arrugada y rasgada de un lado, mi blusa estaba sucia, arrugada y desacomodada, y ni mencionar mis zapatos que estaban llenos de tierra.

Definitivamente no podía volver al palacio y menos sin una buena excusa. Tal vez podía decir que un oso me había atacado o que me había tropezado con un arbusto pero aún así, todo era poco creíble. Por Dios, estaba en un jardín, no en el bosque.

Otro problema era que no podía desaparecer sencillamente. Tenía que avisarle por lo menos a mi prometido. Prendí mi teléfono y marqué su número. Lo hice una, dos, tres veces, hasta que contestó.

- Sami, te estamos buscando, ¿Dónde te has metido? - Gabriel sonaba realmente preocupado y eso me hizo sentir peor. Él se preocupaba por mi y yo lo había traicionado e incluso había decidido conspirar en su contra. Era un asco de persona.
- Gabo, me tuve que ir porque mis padres me llamaron desesperados. Disculpa por no avisar pero enserio es una emergencia. Discúlpame con la Nonna, por favor.
- Sa...

Le colgué, alisé mi falda y traté de ubicarme. Hacia atrás estaba el palacio, a la derecha habían muchas flores, fuentes y caminos de mármol, a la izquierda estaba la carretera, de eso estaba segura y hacía el frente no tenía idea. Lo lógico era caminar hacia la carretera pero había un muro de 7 metros vigilado por militares las veinticuatro horas del día.

Debía seguir de frente, mi intuición me lo decía. 

Caminé al menos por veinte minutos. Me sentía cansada, fatigada y débil. Después del desmayo yo debía descansar, pero no, acababa de caminar al menos siete kilómetros. A lo lejos divisé un pequeño puente de piedra cubierto de rosas rojas y blancas que cruzaba una laguna cristalina. Mientras cruzaba el puente trataba de pensar lo menos posible en todo lo que acababa de pasar, pero eso no borraba el sentimiento que tenía en el pecho. Un abrazo de mi madre, sus palabras alentadoras, eso era lo único capaz de hacerme sentir mejor. Miré mi celular, tenía poca batería y tal vez la iba a necesitar, pero necesitaba oír su voz.

- ¿Mami? - se me quebró la voz.
- Mi amor, ¿Está todo bien? - intenté tranquilizarme, pero sin querer un sollozo se escapó de mi garganta.
- Si ma, solo esto de la boda me estresa mucho, la realeza me abruma. ¿Si Gabriel llama le puedes decir que estoy en casa porque hubo una emergencia?
- Claro princesa pero, ¿Dónde estás?
- Ahorita no lo sé con exactitud, luego te explico, adiós ma.
- Adiós pequeña.

Llegué al final del puente y pude ver una cueva, como un túnel lleno de enredaderas y plantas. Si tenía salida por el otro lado, al fin saldría del palacio. Prendí la linterna de mi celular y entré a la cueva. Empecé a caminar más rápido hasta que salí a un prado lleno de flores que tenía un enorme roble en el centro. Al lado derecho había una pequeña laguna y al lado izquierdo una carretera que parecía abandonada. Esa pista me debía llevar a algún lado, por lo que decidí empezar a caminar hasta encontrar alguien que quiera llevarme a la ciudad.

TÚ ERES MI PRINCESA ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora