Capítulo 6*

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Samantha

Habían pasado dos semanas desde que había aceptado casarme con Gabriel, dos semanas desde que mi vida había dado un giro de 180º. Mis padres aún no me hablaban, habían prometido apoyarme, pero me pidieron espacio y tiempo para pensar y procesar la información. Yo no los entendía, yo necesitaba su apoyo pero, respetaba su decisión. Por otro lado, en la universidad teníamos seguridad y guardaespaldas. Siempre a la salida de nuestra clase nos esperaban personas con carteles, nos tomaban fotos y nos pedían autógrafos. Yo sentía que vivía un sueño. 

Estaba escuchando música con mi nueva amiga Gabriela, su habitación estaba dos puertas a la izquierda de la mía y casualmente estudiábamos lo mismo.

- Sami, tu teléfono suena. - le bajé el volumen a la música y busqué mi celular por toda la habitación.

- Debe ser un número desconocido. No importa. - le subí nuevamente el volumen al parlante y me puse a bailar encima de la cama. El Rington inundó la habitación nuevamente y Gabi me pasó mi móvil que estaba escondido debajo de mi bolso. - ¿Quién demonios me llama?. - Presioné el botón de contestar y puse la llamada en altavoz.

- ¿Hola? - contesté irritada, seguro eran esos señores que ofrecían seguros o vendían planes de datos. Ya me tenían harta.
- Bonjour belle. - por unos segundo no supe que responder, era él.
- Tú, ¿Cómo conseguiste mi número?
- Tengo mis métodos.
- ¿Y que desea príncipe? ¿En que puedo ayudarlo?
- En primer lugar dime Marcus y en segundo, quiero invitarte a tomar un helado. ¿Estás libre hoy en la tarde?
- Hey, frena el carro. En primer lugar nunca acepté ir a tomar ese helado contigo y en segundo lugar hoy no puedo.

- ¿Por qué no puedes? - Intervino Gabi. Ella sabía todo lo que había pasado menos lo del favor y que todo era falso. En ese momento quise arrancarle uña por uña por interrumpirme y no dejarme mentir en paz.

- Shhh, no puedo. ¿Recuerdas que tenemos examen? - me quejé haciendo señas exageradas en señal de negación.

- ¿Examen? - ¿Tan difícil era seguirme la corriente? A veces me daba ganas de darle con un sartén en la cabeza a mi queridísima amiga para que razone.

- Hola, ¿Samantha?
- Si, aquí estoy. Como te decía, no puedo porque tengo examen.
- Ajá y yo soy Feo. Te recojo a las 6 pm. Adiós. - Esa actitud era lo que me sacaba de quicio. Definitivamente no iba a salir con él, eso sonaba como una cita y me iba a casar con su primo. Era oficial, desde ese momento lo iba a llamar su majestad el semáforo, porque nadie lo respetaba después de las doce. Lo agregué a mi teléfono y metí el aparato en mi bolsillo trasero para ir a mi habitación. Tenía que avanzar tarea.

- ¿Me quieres explicar qué acaba de pasar? - Uno de los defectos de Gabriela era su curiosidad. Siempre quería saber todo y le encantaba meterse en los asuntos de otros.

- No es nada Gabi. El de la llamada es el primo de Gabriel, Marcus. Es churro pero es demasiado arrogante y orgulloso. - Marcus era todo lo contrario a Gabriel, Gabo era más humilde  y no andaba presumiendo su título ni su belleza ni su dinero.

- Pues yo creo que debes salir con él hoy. Tú ve y hazlo pasar un mal rato, bájale los humos. - un plan malévolo se empezó a formar en mi cabeza. Iba a necesitar gas pimienta, unos globos, pegamento y mucha escarcha rosa.

- Estoy comprometida con su primo, y su invitación sonó más a una cita, pero puedo jugarle un par de bromitas para que se ubique.

- Amo como piensas, por eso somos amigas.

Me bañé , me maquillé un poco y me coloqué una falda con cinturón, una blusa y un suéter. Gabi me alisó un poco el cabello y me prestó un bolso donde cabía todo lo que estaba llevando. No me quería ver muy arreglada, en realidad quería verme todo lo contrario, pero desde que acepté casarme, los paparazzis ya me habían hecho pasar malos momento y no quería que se repitan. 

TÚ ERES MI PRINCESA ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora