Capitulo 4

249 40 3
                                    

"No todo lo que reluce es oro, y no toda la gente errante anda perdida"

El que hubiese creado Quemados definitivamente era una mente perturbada. Taehyung no le encontraba ciencia a que lanzaras a una persona una pelota de goma con todas tus fuerzas, claro antes de que Jimin entrara en su vida para arruinarla le parecía de lo más divertido, porque él podía lanzar, pero nadie tenía las agallas para regresarle la pelota a Kim Taehyung sino querían terminar intoxicados en la enfermería. Ahora el panorama era distinto, muy distinto, todos parecían quemarlo con la mirada como una puta jauría de lobos hambrientos ante carne fresca. Tembló, pero su cara no fue bajada, si le iban a atiborrar de pelotas entre todos aún podría conservar algo de su orgullo.

El profesor Choi de gimnasia los había compartido en dos con un capitán a la cabeza, Taehyung siempre había sido uno de ellos sin falta desde que entró en la escuela, pero parecía que incluso el profesor  Choi se enteró de su rápido hundimiento social que no lo tomó en cuenta, la impotencia bailó dentro del pecho del rubio como un torrente porque en Su lugar habían puesto a Park Jimin para formar uno de los equipos, para fortuna de Taehyung fue casi de los últimos en ser elegido por una parte sabía que terminaría en el equipo de Park porque el capitán del otro era nada más y nada menos que Kim Jihoon, el chico que humilló y rechazó cuando estaba en tercero, el cual lo aborrecía con el alma.

Soltó un fuerte resoplido cuando la voz aguda de Jimin pronunció su nombre, casi de forma instantánea sintió la mirada de YoonGi en su espalda mirándolos desde las gradas, Taehyung se alborotó el rubio cabello y antes de que Choi le diera un regaño caminó arrastrando los pies hasta el lado del equipo de Park.

— ¡Muy bien princesas. Ya saben como jugar, cuando suene el silbato comienzan a acribillar a sus compañeros!— gritó el hombre. Taehyung rodó los ojos, no pensaba que acribillar fuera la palabra adecuada sino masacrar, el profesor Choi cogió el silbato de su cuello y dio un fuerte pitido tan alto que el rubio pensó haberse quedado aturdido.

Un balón de pronto pasó muy cerca de su cabeza a alta velocidad y se clavó en el costado de unos de sus compañeros. Cuando vió al frente, Kim Jihoon lo miraba con una sonrisa sádica.

—Uno menos, faltan seis— dijo alto.

El rubio tragó saliva, una nueva pelota volvió a pasar muy cerca de él. La clase de gimnasia sería larga.

.

.

.

Una media hora después, Taehyung había sido masacrado por catorce pelotas del equipo rival, una aterrizó en su cabeza casi dejándolo inconsciente y cuando se quejó con el profesor este solo se encogió de hombros con un sigues vivo ¿no? Menudo idiota.

Torció el gesto frente al espejo viendo la marca rojiza en su frente, cortesía de Jihoon alias el imbécil resentido, se echó agua y bufó cuando no pudo encontrar nada con que secarse, salió al pasillo mirando alrededor. Se escapó de la clase mientras Choi no lo veía, ese anciano podría chuparle un pie si creía que él, Kim Taehyung volvería a que le quemaran el trasero con pelotas, que esperara sentado.

La vida después de la popularidad (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora