Capitulo 18

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"Me preguntó si las estrellas se iluminaban por alguna razón.

Respondí que sí, porque brillan con el fin de que cada uno pueda encontrar la suya"

Estrellas, Taehyung siempre se había preguntado que se sentiría ser una. Iluminar el cielo y crear felicidad.

Porque las estrellas existían para eso ¿No? Para dar una felicidad deliciosa y efímera.

Como los lujos.

Como el estatus.

Como el dinero.

Esa euforia pasajera en dónde encontrabas un regocijo pequeño y austero. Él era una estrella, brillaba para entretener y fingir, atrayendo la atención y mostrándose como una atracción inalcanzable, al menos hasta que tuvo a Jeon Jungkook frente a él, a Jungkook, a su sonrisa y a su personalidad cálida y brillante, como un verdadero príncipe de cuentos, de ojos tan luminosos como el manto de una galaxia, rodeado de luz y envuelto en un olor que siempre quiso conseguir, hogar.

Negó con una sonrisa pequeña, ¿qué clase de tonterías pensaba ahora?, quizá se estaba volviendo loco y no lo sabía. Un loco incomprendido.

Eso le causó gracia.

Taehyung pensó que sus cavilaciones comenzaban a ser tontas nuevamente, pero no podía evitarlo, no cuando un sentimiento extraño empezaba a germinar en su corazón, silencioso y travieso, como una pequeña luz escurridiza.

No iba a decir que no lo asustaba. Las cosas que no conocía lo asustaban, le aterraban en realidad. Como un niño a la oscuridad, solo que temía que solo a él fuera al que le latía el corazón, lo suficiente como para tener un ataque cardíaco, el único que no tenía respiración cuando Jungkook estaba cerca o como sus manos sudaban y se volvía la persona más torpe de la historia, solo estando al lado de Jungkook.

El cenizo soltó un suspiro aferrado fuerte a la correa de su bolso, apretando sus labios en una delgada línea al sentir como se reflejaba en su cabeza como un recordatorio amargo, ¿alguien como el merecía ser amado?, Después de un tiempo desde que dejó de ser popular todos lo menospreciaban y su confianza menguaba con cada comentario e insulto, jugarreta y mirada. Jungkook conocería lo tan despreciable que fue en su momento, las reglas de la jungla le pasaban un alto coste.

La inseguridad era como un olor extraño que quería aferrarse a su piel, instalarse en su corazón arraigada.

Taehyung no estaba seguro de muchas cosas, sus pasos tambaleaban al igual que su paz mental, de lo único que estaba seguro es que:

Recordaría por siempre aquella  maravillosa tarde que compartió con su príncipe azul.

Y eso lo aterraba hasta los huesos.

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Sería vanidoso decir que Jeon Jungkook gustaba de la criatura más tierna del universo.

«Universo pues creelo».

Pensó el menor animado, completamente envuelto en una felicidad extraña y burbujeante, desde que se había levantado la sonrisa no se despegó de su cara, incluso si su hermano se comió su comida o que su padre derramó su café sobre su tarea de álgebra, no, ni un apice vaciló su buen humor. Besó a su madre en la mejilla y tomó las llaves de Betty lanzandolas al aire para luego atajarla.

Una gran sonrisa volvió a tirar de sus labios traicionera.

Lanzó un suspiro al aire y quiso...no sabe, solo sabe que no saber lo que tiene es lo mejor que le pasó en la vida, si su cerebro quería ahogarlo con sustancias felices, pues, las aceptaba con gusto si su pecho retumbaba rítmico y contento.

El azabache suspiraba cada dos segundos, mientras recordaba aquella maravillosa cita con su mayor y sobretodo lo acogido que se sintió su corazón, cuando Taehyung le susurró confidente que esperaba una próxima vez.

El menor jugó con sus dedos demasiado contento, silbando una alegre canción al compás que dictaba su cabeza mientras desbloqueaba la puerta de su VolgeWagen.

—¿Eres Jungkook?.

Una voz lo distrajo de tirar su mochila sobre el asiento trasero de Betty para darse la vuelta.

El azabache ajustó sus gafas confuso.

—¿Si?.

Escaneó el cuerpo contrario totalmente incómodo con la mirada intensa que le dedicaba el sujeto.

—Soy Min YoonGi, creo que tú y yo debemos hablar.
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N/A:

Aquí un cap después de mucho 🥰

La vida después de la popularidad (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora