Epílogo

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Luz abrió abruptamente sus ojos, inevitablemente se cegó con la incandescente luminosidad del lugar. Por reflejo los talló en un intento de aligerar la molestia reciente y una vez que se acostumbró a la luz del sitio divisó que se encontraba, en lo que creía era el sanatorio.

Buscó desesperada con la vista algo, o mejor dicho alguien. Pero no tardó en notar que estaba sola.

-¿Me buscabas, Noceda?

La voz la sacó de su trance, volvió a mirar a todos lados consternada.

Una cortina cercana a ella se abrió ruidosamente dejando a la vista de una chica de tez pálida y cabello alborotado. Suspiró de alivio al verla.

-¿Estás bien? -preguntó preocupada. La bruja se rió de ella.

-¿En en serio Noceda? -cuestionó burlona apuntando con la mirada su torso vendado. Luz desvió la mirada sintiéndose culpable.

-Yo… en serio lo lamento -habló apenada. Amity bufó enfadada rodando los ojos.

-No te disculpes, idiota -regañó. La morena bajó más vista. -Realmente me salvaste.

Una leve sonrisa esperanzada se asomó por el rostro de Luz.

Amity se intentó levantar, pero fue evidente su mueca de dolor. Luz la miró preocupada.

-¡Amity! ¡Joder, no hagas eso! -regañó molesta.

La pelimenta bufó agotada y se volvió a recostar en su camilla.

Luz quien se consideraba en mejor estado así que se levantó bruscamente de un salto, se mareó notablemente en el proceso, pero rápidamente recuperó la compostura. Caminó hasta su chica y le sacudió el cabello con cariño.

-No soy un perro, Luz -expresó fría. Luz vió esto con adorabilidad.

-Lo hicimos -interrumpió emocionada ahorrándose las ganas de saltar de alegría.

-Sí, lo hicimos -continuó dulce, pero nuevamente hizo una mueca de dolor. -joder…

Susurró molesta y Luz desvió su mirada sintiéndose culpable.

-Yo… lo siento -se disculpó nuevamente mirando el torso vendado de su pareja. La misma rodó los ojos enfadada.

-Que no te disculpes, chingado -regañó y acarició los mechones largos de la morena. -Realmente me salvaste. Era un puto infierno, ¿Sabes?

Luz palmeó su frente con enfado. La Blight grosera hacía su aparición de nuevo.

-Nada de groserías aquí, Blight -habló molesta. La bruja la ignoró. -No quiero que ofendas a algún médico y nos eche a patadas de aquí como lo hiciste con el profesor de pociones, ¿Sabes?

Dijo haciendo alusión a cómo la de tez pálida había insultado a su profesor y lo había mandado al carajo. La perfecta y ordenada Amity Blight había mandado al carajo a su profesor, algo digno de no olvidar.

Amity se sonrojó de la vergüenza al recordarlo. Luz rió burlona y apretó sus mejillas juguetonamente.
Amity la asesinó con la mirada.

-No soy un puto bebé, Noceda -expresó notablemente molesta. La morena alzó la ceja con sorna.

-Pero si eres mi bebé, Amity -comentó con coquetería. La contraria se sonrojó completamente y Luz se soltó en carcajadas.

Pero ella también sabía jugar.

Tomó los brazos que estaban en su rostro y la jaló bruscamente para que cayera sobre ella, sin dificultad la rodeó y cambió posiciones dejándola encima de la morena. Esta vez fue ella quien sonrió coqueta.

"Muérdeme" Lumity TOH Vampire! AmityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora