Cap.11 Bailando con la mismísima muerte.

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(..)

Subí las escaleras casi corriendo, entre en mi habitación a buscar en mi armario algo para ponerme, nada. No he encontrado nada y ya van veinte minutos buscando una pinche muda de ropa, voy a enloquecer. ¿Qué pasa? ¿Por qué me preocupo tanto?

¿Sera porque te gusta? Chillo Als

-Cállate ya.- bufe.

Encontré una linda y corta camisa aguamarina, tenía un mustache negro en medio. Claro, con la falda que traigo puesta, se va a ver divina. No. No me pienso arriesgar a dejar mi cuerpo a la vista de cualquiera otra vez. Así que busque mis viejos leggins negros, también me quedaba bien, encontré mis converse de cuero negros y me solté el cabello, me mire al espejo y no me veía tan mal. El cabello me comenzó a incomodar, así que lo recogí con una cola. Decidí maquillarme un poco. Rímel, delineador y un labial rosado. Cuando termine le sonreí al espejo y alguien toco el timbre.

Debe ser nuestra cita de hoy. Dijo divertida.

-¡Ya voy!- apenas iba por las escaleras y creo que querían tirar la puerta. Llegue hasta la puerta y vi que era Alex.

-De verdad te ves linda. Más de lo que pensaba.- rodee los ojos y volví a mi cuarto a buscar las llaves y mi teléfono. Por fin Als se había callado, creo que decidió irse a dormir. Quería un bolso, pero con lo descuidada que soy lo iba a dejar por ahí tirado en alguna parte, así que salí del cuarto y metí mi celular entre mi cintura y los leggins. Cerré la puerta de la casa y deje las llaves detrás de unas materas que había en la entrada. –Al fin, tu si te demoras.-

-Pero valió la pena ¿No?-

-Eso si.- me miro y mordió su labio inferior, yo lo imite, inconscientemente. Mierda. Sonrió y se acercó a mí, tomo mi cola de caballo y jalo la liga que la sostenía. –Me gusta más así.- susurro en mi oído. Me dio la espalda y camino hacia la calle, pero no vi ningún carro que no fuera de mis vecinos.

-¿Dónde está tu auto?-

-Que linda te ves pequeña.- dijo entre una ronca carcajada. Llego a una motocicleta y metió en ella las llaves. Era negra, una Harley. Por el universo ¿Podía el ser más perfecto?- Vamos, sube. Estamos atrasados.- asentí y subí en ella, él se alisó  la americana de cuero que traía, para que yo rodeara su cintura con mis brazos, pero yo me agarre de la parrilla de atrás. Volteo y sonrió negando con la cabeza. Al principio íbamos a una velocidad que disfrutaba, pero luego de llegar a una calle ancha, muy iluminada y sin mucho tráfico, acelero mucho. Estuve tentada a abrazarlo, pero mi orgullo obtuvo la victoria. Después de unos diez minutos estábamos en un lugar muy alejado de la ciudad.

-¿Qué hacemos aquí?- estaba un poco asustada, no sabía quién era este tipo exactamente. Otra cosa, ¿Dónde estaba Als? Sé que la odio, pero es extraño que aparezca y desaparezca por momentos.

-Vamos a hablar.- se bajó de la motocicleta y me extendió la mano, para ayudarme a bajar. Algo que vi muy innecesario.

-¿Para hablar teníamos que llegar hasta aquí?- cruce los brazos sobre mi pecho.-Lo hubiéramos hecho en mi casa, o en un lugar más… publico.-

-¿Desconfías de mí?- pregunto con una torcida sonrisa en su rostro.

-Ni siquiera te conozco.- bueno, si lo conocía, pero no lo suficiente.

-Aquí me siento más tranquilo, me gusta.- dijo mirando vagante por la pendiente. La vista era realmente hermosa, llegue a su lado a contemplarla también. Todo se veía tan pequeño, el cielo estaba de un color naranja, el sol aún no se había ido del todo. -¿Dónde estuviste estos días?- su voz ronca inundo mis oídos, había tanto silencio.- Te busque por todos lados.-  dijo aun sin mirarme.

Young Blood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora